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   Las tormentas veraniegas no tardaron en desvanecerse, tan rápido como habían venido, dejando paso a un sol mucho más radiante si cabía

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   Las tormentas veraniegas no tardaron en desvanecerse, tan rápido como habían venido, dejando paso a un sol mucho más radiante si cabía. Los rayos dorados me calentaban la piel de manera suave, haciendo el estar en la calle de lo más agradable. Aunque el hecho de tener a Patrick tirando de mi mano a unos centímetros de mí no me permitía relajarme del todo. No era algo brusco ni mucho menos, al contrario, me había agarrado de una manera tan suave y natural que me había llegado a sorprender. Lo que no me dejaba disfrutarlo del todo eran las malditas mariposas que no abandonaban mi estómago, aunque con lo revoltosas que estaban hoy más bien las catalogaría de murciélagos.

   Patrick había aparecido por sorpresa en mi casa para invitarme a pasar un rato con Belch y Victor en los recreativos y, apenas salí por la puerta, ya me había agarrado de la mano para poder caminar a la par. Después de nuestra última charla había tenido un cambio de conducta bastante notable; en contraste con su anterior actitud poco habladora, reservada y fría la mayoría del tiempo, ahora parecía que de verdad disfutaba de nuestras interacciones, sin presión alguna.

   —Pareces muy animado hoy —comenté, esperando poder meterme un poco con él.

   —Lo estoy, de hecho —sonrió de lado mirándome desde arriba—. No sabes lo bien que sienta no tener que preocuparme de que no conozcas mis dos lados.

   —¿Te preocupaba que me alejase de ti?

   Se encogió de hombros, volviendo a mirar al frente—: Creía que quizás no te gustaría la idea de encontrar a alguien que también fuese real... A mí no me hacía ninguna gracia, antes —aclaró velozmente—. Supongo que nunca pensé en ello como una alianza más que como una competición, ¿entiendes lo que quiero decir?

   —Creo que sí —le sonreí, balanceando nuestras manos hacia adelante y hacia atrás de manera suave—. Ya voy pillando tu rollo, Hockstetter —bromeé sin evitar reírme.

   No tardamos en llegar al local de los arcades; con las paredes recubiertas de pósters de películas y videojuegos, numerosas máquinas de colores y un delicioso olor a  palomitas de maíz. No había demasiada gente esta tarde en el local, normalmente se llenaba mucho más los días más calurosos, ya que era de los pocos establecimientos que tenían aire acondicionado del pueblo.

    Traté de buscar a ambos chicos por el local, paseando mi vista de manera rápida y general sobre los adolescentes que se arremolinaban delante de las máquinas.

   —¿Estás seguro de que ya están aquí? —le pregunté a Patrick, quien tenía una mejor visión de los presentes al ser más alto que la mayoría.

   —Se suponía que-

   Dejó de hablar y centró su vista en el fondo de la sala, seguí su mirada hasta la puerta del fondo, que conectaba directamente con la zona del cine y la cafetería del local. Mi expresión decayó de manera considerable al ver como el primero que había atravesado la puerta había sido Henry, seguido por Victor y Belch lanzándose palomitas, a diferencia del chico de la mullet ellos no se habían dado cuenta todavía de que estábamos aquí.

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⏰ Última actualización: Feb 23, 2021 ⏰

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Happy Summer, Morgan! | 𝐏𝐚𝐭𝐫𝐢𝐜𝐤 𝐇𝐨𝐜𝐤𝐬𝐭𝐞𝐭𝐭𝐞𝐫Donde viven las historias. Descúbrelo ahora