𝟘𝟙𝟚

2.2K 148 90
                                    

   (2/2)

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

   (2/2)

   Mi jardín se había convertido en un campo de minas en apenas unos minutos. No sabía nada de Bev, Patrick estaba en mi jardín junto a sus padres, al igual que los Bowers y los perdedores. ¿Qué se supone que debo hacer si se intentan matar? No creo que Henry haga nada estando aquí su padre, aunque no es una afirmación que me tranquilice de sobremanera. Por el amor de Dios, ¿qué más? ¿Ahora aparecerán Belch y Victor con sus familias completas también o qué? Odio que mi madre sea tan sociable.

   Vi la cara de confusión de los perdedores hacia mí, a la que yo me limité a encogerme de hombros. Iba a dirigirme hacia ellos, pero mi madre se giró hacía mí plasmando la atención de los adultos con los que conversaba en mi figura. Pasé las palmas de mis manos por mis costados para limpiar un poco de sudor que había en ellas; la tensión, la para nada fría noche de verano y todas las luces que había sobre nosotros no me ayudaban para nada. Intenté sonreir de manera natural mientras me acercaba a ellos.

   —Buenas noches —saludé de manera general, pero mantuve mi mirada sobre la señora Hockstetter, ya que era la única que no disparaba mi nivel de incomodidad al máximo en estos momentos.

   —Cariño, ya conoces al oficial Bowers, ¿verdad? —dijo mi madre, como ademán para que lo saludase de manera "apropiada". Asentí y plasmé en mi cara una sonrisa más falsa que el pelo platinado de Victor Criss. Me acerqué desganada y le di dos besos como saludo, captando de paso el olor a alcohol que desprendía. Oh, sí, transmite tanta seguridad que los policías del pueblo estén borrachos la mayor parte del tiempo.

   Miré al Sr. Hockstetter detenidamente, sin duda habría dicho que son familia sin saber que era su padre. Era como una versión más alta y corpulenta del chico, sus ojos no eran azules, pero la mirada era la misma. Si no estuviera sonriéndome de manera tan cálida estaría un tanto aterrorizada. Me acerqué a la pareja y los saludé de la misma manera, por supuesto a ellos con mucho más gusto. Patrick y Henry ya no estaban aquí, no sé en que momento se alejaron, pero era obvio que no les hacía mucha gracia tener que portarse bien conmigo delante de nuestros padres, sobretodo al último.

   No me gustaba cómo era Patrick cuando estaba Henry cerca, era un bully más, probablemente si le dijese que era la marioneta de Henry se enfadaría, pero no era capaz de verle de otra manera.

   Me dirigí hacia mi grupo de amigos quienes me miraban expectantes a la espera de una respuesta a tan inesperada situación.

   —¿Que demonios acaba de pasar, Morgan? —me preguntó Stan. Todos miraban hacia donde los dos chicos estaban sentados, comiendo es mi jardín aparentemente como un invitado más. Todos excepto Stan, él no despegó sus ojos de mí, esperando ansioso mi respuesta. Había... ¿miedo? puede que ¿ansiedad? en su mirada, no lo tenía claro me provocaba mucha angustia no saber lo que mi mejor amigo estaba pensando después de ver eso.

   —Como ya os había dicho, los Hockstetter se llevan bien con mi familia, pero no tengo ni la más remota idea de que hacen Bowers y Bowers junior aquí —levanté ambas manos delante de mi pecho, en modo de defensa.

Happy Summer, Morgan! | 𝐏𝐚𝐭𝐫𝐢𝐜𝐤 𝐇𝐨𝐜𝐤𝐬𝐭𝐞𝐭𝐭𝐞𝐫Donde viven las historias. Descúbrelo ahora