VII

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Pasó un mes desde que Briana decidió vivir su presente y dejar ir el pasado, las cosas se mantuvieron tranquilas en la granja, el señor pagó a las hienas, pero estas decidieron que no era suficiente, así que los tres se pusieron a trabajar duro intentando juntar todo el dinero que les exigían. Ampliaron su zona de cultivo y con ayuda de Matthew consultaron sobre las frutas que podrían sembrar y sus precios.

Intentaron hablar con el alpha, pero su beta guardián impidió el paso, así que se rindieron y decidieron resolverlo por sus propias manos.

Más de un milagro sucedió en ese mes. Matthew escapó de la vigilancia de su padre y fue a visitar a los padres de Briana, pero ese no era el verdadero milagro, el milagro sucedió cuando el Señor Lucas dijo a todos los presentes "este muchacho se ve decente" y lo invitó a venir a casa más seguido (Briana y Aldara pensaron que lo retaría a un duelo, ahora vieron que exageraban), el siguiente milagro fue cuando el clima mejoró y la tierra cambio su color a un verde hermoso. La diosa parecía apiadarse de ellos y ayudarles, con suerte pronto se librarían de las deudas y se quitarían un peso de encima.

Ella dejo de ir tan frecuentemente a la ciudad principal, por lo que Matt decidió que "si ella no iba por él, él iría por ella" apareciendo mucho por su casa.

- ¿Supiste de las nuevas noticias? - preguntó sentado en el jardín mientras ambos se deshacían de la mala hierba, no la dejo contestar cuando el mismo respondió a su pregunta- obvio no, como ya te alejaste de la ciudad...

- ¿Qué paso? - le interrumpió antes de que se siguiera quejando

-El alpha citó a todos a una reunión de emergencia mañana, al parecer las razas están pensando juntarse pronto.

Eso desconcertó a Briana, las razas nunca se juntaban por lo difícil y peligroso que era. El mundo estaba repartido entre todos ellos y muchos no salían de sus áreas de preferencia. La sola idea de pensar en un área neutral para todos era inimaginable, los lupus preferían el bosque, pero las Serpentes y los Leo no. Y eso sin pensar en los demás. También estaba el hecho de los representantes, no existía un solo alpha en las razas y había demasiadas manadas entre cada raza, ¿Quién representaría a toda la raza? ¿irían todos los alphas, cada uno representando su manada?, y si ellos se van ¿Quién protegería el territorio?

De todas las preguntas que rondaban en su mente, Briana decidió hacer aquella que consideraba más importante - ¿Por qué se reúnen?

-Al parecer por un nuevo enemigo- dijo Matt mientras bajaba su voz y miraba a su alrededor como si le fuera a contar un gran secreto- escuche a mi padre decir que el alpha no quería hablar con nosotros de la posible reunión, para evitar el pánico, pero eso cambio cuando la información se filtró por una manada vecina.

- ¿Qué enemigo?

-No lo sé- contestó algo temeroso- pero he escuchado rumores de caídos con magia, dicen que como nosotros nacimos de la diosa ellos lo hicieron del demonio.

Caídos con magia, eso no era posible, los humanos estaban extintos hace demasiado tiempo, no podían estar ahí afuera y que apenas se supiera de ellos

-Pero bueno, tal vez mañana el alpha desmienta todo- continuó hablando Matt- tal vez por eso es la reunión, además es la primera vez desde hace mucho que no da la cara, muchos están emocionados por verle. ¿Tu asistirás?

-No lo creo, tengo que ayudar a mis padres con los cultivos y a ellos no les gusta acercarse a la ciudad

A pesar de decir eso, ella sentía una curiosidad muy grande por esa reunión. Su lobo estaba inquieto y eso la molestaba. Al parecer su amigo ya sabía lo que ella pensaba, porque al mirarlo lo vio con una sonrisa escéptica en el rostro

-Bien iré, ¿a qué hora y dónde?

Después de ponerse de acuerdo y acordar ir juntos, Briana decidió volver a casa.

Su padre preparaba la cena, mientras su madre leía un libro viejo. Ambos la recibieron con sonrisas que ella correspondió.

- ¿Ya se fue Matty?- preguntó su madre, Briana no recordaba el momento en que empezaron a llamarle así, pero aún recuerda lo mucho que se burló de Matthew por su nuevo apodo y el sonrojo que este tuvo.

-Sí, tuvo que regresar a casa, ya saben cómo es su padre

-Pobre, y yo que quería invitarle a comer, tal vez mañana

-De hecho, mañana iremos a una reunión del alpha

Al pronunciar eso, ambos señores se tensaron y se mostraron visiblemente incomodos. Ella no sabía el motivo, pero era consciente de que a sus padres no les gustaba estar cerca de la ciudad

-Ten mucho cuidado hija- dijo la señora visiblemente preocupada- el alpha nunca sale, a menos que sea algo peligroso

-Lo tendré

-Y ya que estas ahí, intenta no tirarle nada o provocar una pelea- gritó su padre desde la cocina

-Vamos Lucas, ella no haría eso- pero guardo silencio al ver el rostro de su hija y notar que ella sí haría eso

-Sera difícil padre- contestó Briana haciendo que su madre la mirara mal

-Briana, si me enteró que hiciste una escena prometo castigarte un mes- declaró molesta la señora, mientras la señalaba queriendo parecer amenazante 

-Tranquila hija, yo te levanto el castigo- dijo su padre divertido al ver la molestia de su mujer

-Lucas!

-Gracias padre

-Briana!, no puede ser, no sé qué mal abre hecho para que la diosa me rodeara con cabezotas como ustedes- contestó, pero la sonrisa en su rostro delataba su alegría. 

El día termino sin inconvenientes de ningún tipo y Briana descasó sin preocupaciones. Nadie podría adivinar lo mucho que las cosas cambian de un día para otro.  



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Nuevos capítulos. Espero sean de su agrado. Pronto volveré a subir. 

La Alpha (Los hijos de la Diosa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora