rain

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El día sería soleado con nubes parciales cubriendo la ciudad de Seúl

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El día sería soleado con nubes parciales cubriendo la ciudad de Seúl.

Mentiras.

El día de Jaemin había iniciado de maravilla.

Tomó una ducha tibia con la esperanza de quitar todo signo de somnolencia de su cuerpo e incluso repasó mentalmente cada una de sus notas de cálculo integral.

Cuando salió de casa lo que menos pensó fue en llevar algún suéter o algún paraguas.

No fue hasta la mitad de su clase de física cuando la lluvia se desató. Truenos ruidosos y relámpagos brillantes se volvieron en los protagonistas del espectáculo de aquel día.

No había sol ni luz natural.

Las chicas asustadas buscaban protección en brazos de Donghyuck y Jaemin, pero este último estaba distraído confirmando que su mejor amigo estuviese bien por medio de mensajes de texto.

Renjun le temía a las tormentas, y Na sabía que su mejor amigo estaba por entrar en un ataque de pánico cuando no recibió respuesta alguna.

Salió de entre el tumulto de gente y corrió en dirección al salón de Renjun. Poco le importó mojarse con la fría agua que parecía caer a cántaros, poco le importó si podía resfriarse después de ello, lo único que importaba era tener a Renjun entre sus brazos y calmarlo.

Buscó entre las cabezas de los compañeros de Renjun, ni una sola cabellera plateada estaba ahí.

Su última opción fue ir al gimnasio, si no mal recordaba, Renjun tenía clase de educación física a esa hora del día.

Y ahí estaba. El pequeño chico de cabellos platinados estaba hecho bolita en un esquina del gimnasio.

— Ren,— la voz grave de Jaemin logró calmar al extranjero quién estaba temblando como todo un perrito chihuahueño— ven aquí, cariño.

Renjun le quitó importancia al hecho de que Jaemin estuviese empapado, se abrazó a él como un koala y apoyó su cabeza en la curvatura del largo cuello de Jaemin.

— Tengo mucho miedo, Nana— murmuró el extranjero con voz rasposa.

Había estado llorando, eso fue más que claro. ¿Y quién no lloraría luego de quedarse solo en un sucio, oscuro y maloliente gimnasio?

— ¿Te parece si tomamos una ducha?— se atrevió a preguntar el pelirosa, a pesar de tener a Renjun abrazado a él, no podía dejar de temblar ante lo frío y húmedo que se encontraba su uniforme.

Renjun asintió suavemente antes de despegar su cabeza del cuello de Jaemin.

Fue cuestión de segundos para que pudieran ver los ojos del contrario con todo el mayor detalle posible.

La mano de Jaemin terminó parando en la sonrosada mejilla derecha de Renjun, quién fue dócil ante el toque.

— Solo no me dejes— murmuró el platinado cerrando sus ojos, dejando a la vista sus largas pestañas cubiertas por las salinas gotas de agua.

— Prometo no dejarte solo, nunca.

Jaemin estaba por lograr su propósito de besar a su mejor amigo, casi podía sentir sus dulces y suaves labios sobre los suyos.

Sus respiraciones se entremezclaron logrando hacer que sus corazones latieran tan rápido como si de la nada tuviesen taquicardia.

Las manos de Renjun pararon en los anchos hombros de Jaemin, logrando sentir la suavidad de su piel bronceada aún estando cubierto por una camisa delgada de tela blanca.

— No quiero arrepentirme de esto— fue lo único que dijo el pelirosa antes de acercarse un poco más al rostro del mayor.

Sus labios estaban a milímetros del otro, podían incluso sentir la tensión que fácilmente podría ser cortada por un cuchillo.

La puerta principal del gimnasio se abrió, logrando matar el momento de Na y Huang.

El carraspeo incómodo de Donghyuck asustó a ambos chicos, quién se separaron velozmente.

— Jaemin, el profesor de cálculo se preocupó porque no llegabas, pero yo me encargo de cubrirte— fue lo único que dijo el moreno antes de salir con una sonrisa de oreja a oreja, faltaba tan poco para que esos dos tontos fueran pareja.

«Eish, eres un tonto». Se dijo a sí mismo al darse cuenta que había interrumpido su momento.

Dentro del gimnasio, Renjun se levantó con los nervios invadiendo todo su sistema.

— Deberías ir a bañarte— comentó el chino sintiendo su voz temblar, y por raro que sonara, su voz había salido en un tono más agudo de lo normal.

Jaemin asintió un tanto perdido entre sus pensamientos.

— Creo que tengo una cobija en mi casillero, d-debería ir por ella— murmuró Renjun saliendo rápidamente del gimnasio.

El coreano asintió de nuevo sin percatarse de la ausencia de su mejor amigo.

¿Renjun realmente quería besarlo o solo había sido la emoción del momento?

¿Renjun realmente quería besarlo o solo había sido la emoción del momento?

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skinship ; renmin ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora