Lust 💋 Laito Sakamaki 🐍🔞

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La cena estaba servida en la mesa del comedor, donde los hermanos Sakamaki se encontraban ya centrados junto a su hermana menor y la invitada. La cena consistía de: un plato con un bollo de pan y dos rodajas de pan de caja, el plato principal con un gran trozo de pescado, un plato con bistec, uno con un tomate relleno y otro vegetal, un tazón de sopa, y una copa de vino; todos tenían los mismo excepto Kanato, quien tenía puros platillos dulces. Yui observaba a los vampiros con curiosidad, ninguno hablaba con el otro y sólo se oían los tenedores chocar contra los platos de cerámica, exceptuando a Shū quien dormía; y Tn no parecía tender hambre, pues apenas comía y solía jugar con la comida.

– Casi no has comido, Bitch-chan.

La humana se sobresaltó y giró la cabeza, viendo a su lado a Laito.

– Si no te alimentas bien, te podría dar anemia. ¿Quieres que yo te dé de comer?

– Laito –llamó Tn, molesta.

– Laito, es de mala educación que te pares de la mesa cuando se está cenando –regañó Reiji.

– Sííí –se enderezó y miró de nuevo a la chica.– Seguimos después, ¿Si? Bitch-chan –sonrió.

El vampiro de fedora volvió a sentarse. El rubio se levantó.

– Shū-san...

– Qué fastidio –se quejó.

Shū se retiró de la mesa y salió del comedor.

– Haragán –gruñó.– Alguien que ha sido criado concintiéndolo desde pequeño no tiene remedio.

– Teddy, ¿Ahora qué quieres comer? –preguntó Kanato a su oso.– Vamos a darte una bola de nieve de banana.

El pelilila intentó tomar una de aquellas bolas con el tenedor, pero esta se partió al medio; trató con otra y ocurrió lo mismo, soltó una risita y comenzó a apuñalar aquellas bolas mientras se carcajeaba.

– Ni siquiera en la cena especial que se realiza una vez al mes puede ser normal –se quejó el de lentes.– Terminamos la cena de este mes.

Todos se levantaron, dejaron sus servilletas sobre la mesa y se retiraron del comedor, dejando sólo a Yui y Reiji.

[Cuarto de Laito]

Tn ingresó al cuarto de su hermano, llamando su atención. Laito sonrió al ver a su pequeña hermana.

– Hey, Puppy-chan...

– No me sonrías así, estoy molesta contigo.

– Ohh~ ¿Estás celosa, Puppy-chan?

– Odio verte coquetear con otras. No maté a las esposas de KarlHeinz para que llegue una ridícula humana a quitarme mi puesto de Princesa Sakamaki.

– No te preocupes, Puppy-chan –se acercó a ella y la tomó por la cintura.– Siempre serás la Princesa Sakamaki –rió.

– ...Te castigaré por eso.

– ¿Ah, sí?

– Sí –lo empujó.– Te haré sufrir...hermanito.

La joven empujó al vampiro a la cama, subió sobre él, y le quitó la chaqueta y el suéter; le sacó la corbata, lo tomó por las muñecas y lo amarró a la cama. Él rió.

– ¿Sabes cuál es tu castigo?

– Dime...Bitchy –rió.

– Simple. No te dejaré correrte...voy a dejar que te quedes duro, excitado y amarrado –rió.