Lust 💋 Laito Sakamaki 🐍🔞

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Todos iban en la limusina, en silencio, rumbo a la escuela. Yui observó a todos con curiosidad, pues a pesar de ser hermanos ninguno se dirigía la palabra. Reiji iba leyendo, Subaru veía por la ventana, Tn estaba recostada con sus piernas sobre el asiento y la cabeza sobre el regazo de Laito, quien sólo sonreía y le miraba las piernas, Kanato jugaba con Teddy, Shū dormía, y Ayato veía hacia el techo.

– ¿Qué tienes en mente, Chichinashi? –se acercó a ella.– Tienes muchas agallas para desafiar a Ore-sama, Chichinashi.

– Sigues llamándome así. ¡Tengo un nombre y es Komori Yui!

– ¡Cállate! Tu opinión no me importa durante tu vida, Chi-chi-na-shi.

– Ayato tiene razón –la miró.– Eres plana, así que el nombre de "panqueque" te queda mejor –se burló Tn.

El pelirrojo abrió la boca con intención de morderla, pero Reiji cerró su libro de golpe.

– Ayato, ¿Cuántas veces tengo que decirte? Toma esas actividades a tu cuarto –regañó.

– Hmph –se cruzó de brazos.

– Esto es para ti –dejó una caja de jugo sobre la pequeña mesa.– 100% jugo de arándanos, es la mejor cura para la sangre débil.

– Mu-Muchas gracias...

– No necesitas darme las gracias. Tienes que ser totalmente consciente de que tú eres nuestra presa. Y bebe esto diariamente.

La humana exclamó sorpresa y bajó la mirada, observando la caja de jugo en sus manos.

– Sí...

– Tus dientes castañean. Teddy, cuando los mortales sienten miedo, ¿Lo reflejan con este tipo de comportamiento? –giró el oso hacia aquella.– Es divertido, qué buena vista tengo.

Tras unos minutos, la limusina se detuvo delante de la enorme escuela, y todos bajaron de ella. Reiji se llevó a Yui, para darle indicaciones, mientras el resto se dirigía a sus respectivos salones.

Tn fue tras Subaru, ya que estaban en la misma clase; se acercó a él y abrazó su brazo.

– Hermanito, esa humana no me agrada...

– Él dijo que no podemos dejarte matarla, así que deberás soportarla.

– Tch. Al menos tomaré su energía vital.

– ¡Ah! Hermanita~ –canturreó.

Laito tomó la mano de la joven, deteniéndola a ella y, por ende, al albino, quien frunció el ceño.

– Te necesito un momento, ven conmigo.

– Piérdete, tenemos que ir a clases.

– No hablaba contigo, Subaru-kun –rió.

– Laito, tengo clases.

– Por favor, sólo será un minuto –guiñó un ojo.

– ... –suspiró.– Bien –miró al contrario.– ¿Puedes llevar mi bolso, hermanito?

– ...Tch. Bien –tomó el bolso de ella.– Pero no llegues tarde.

– Claro que no –sonrió.

Subaru chasqueó la lengua y continuó caminando hacia su salón. Tn giró, mirando a Laito, quien la tomó de la mano y la arrastró con él hacia las escaleras.

[Terraza]

Ambos salieron a la terraza, y ella trabó la puerta con magia. Él tomó a la rubia por la cintura, besándola. Se separaron un poco tras unos segundos, para verse.