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Cordelia se encontraba recostada en un sofá, con Ritcher sentado en el mismo al otro extremo.

– Sí, así es –rió.

– Vaya, vaya –dijo alguien, interrumpiendo su conversación.– Supe que nuestro tío tiene una visita, pero nunca imaginé que fueras tú.

– Tiempo sin vernos, Reiji. Si no fueras tan serio, te parecerías a Karl cuando lo conocí.

– Te pido que no menciones a mi padre con tanta ligereza. Es realmente ofensivo –acomodó sus lentes.

– No te quedes ahí, acércate.

Reiji se teletransportó al segundo piso, quedando a unos metros de aquella.

– Aparentemente el tramar cosas es parte de tu naturaleza.

– Reiji, lo que sucede es que quiero relucir mientras tenga vida –dejó la copa de vino en la mesa, mientras Ritcher se ponía de pie.– Te diré que lo que más detesto es...el aburrimiento. Para nosotros, los que poseemos vida eterna, el aburrimiento es lo más duro. ¿No te parece?

– Ciertamente el aburrimiento no va contigo. La muerte te sienta más.

– Tomaré esas palabras como un halago. ¿Te quieres sentar aquí? –señaló el banquillo al otro extremo del sofá.– Quiero que hablemos más de cerca.

El chico no contestó.

– ¿Qué pasa? ¿Estás tomando precaución? En ese aspecto eres idéntico a Beatrix. Ocultas tus sentimientos para que nadie los vea. A fin de cuentas, ella tuvo un miserable y patético fin...y gracias a tu querida hermanita –sonrió.– Oh, no, ¿Te disgustó? Como al parecer Beatriz no te quiso más que a Shū, su hijo mayor, pensé que no te iba a molestar que hablara mal de ella.

– Así fue como arruinaste la relación entre mi padre y mi tío...

Ella rió.

– ¿Estás queriendo decir que los separé? Hablas como si yo fuera la causante de todo lo malo. Aunque puede que sea cierto que yo haya sido la causante de que la relación entre Karl y Ritcher se echara a perder.

– Al parecer...esa relación no era tan sólida, pues pudo ser destruida por una mujer de tu calaña.

– Eres demasiado despierto para ser hijo de Beatrix.

Cordelia se levantó, se acercó al vampiro de lentes y lo tomó de la nuca con una mano, para acercar sus rostros un poco.

– Tus ojos son idénticos a los de Karl.

Tomó sus lentes con la otra mano y los dejó caer, para luego mover su cabello y ver bien sus ojos magenta.

– Como tienes esos hermosos ojos, te voy a contar mi secreto –acarició su mejilla.– El motivo por el que resucité... –acarició su labio inferior con su dedo.– ...fue para vengarme de Karl –murmuró, acercándose a su oído.– Haré que pague con la muerte –besó su cuello.

– ¿Una venganza por nunca haberte amado?

– Parece que aún no comprendes a los hombres ni a las mujeres. No hay prueba más grande de amor que mi deseo de matarlo.

– Entonces lo que quieres es imponerle tu amor. Es eso, ¿No?

Ella se separó un poco para mirarlo, pero sin soltarlo.

– Veo que hablas de más –sonrió.– Te voy a sellar la boca.

Cordelia besó al chico, pero él no correspondió; sonrió y volvió a besarlo, y esta vez Reiji correspondió, tomando su cintura con una mano. Se separaron pocos segundos después.

Lust 💋 Laito Sakamaki 🐍🔞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora