La magia del amor ~ Chriserick~

CAPÍTULO 15

Todos quedaron sorprendidos, buscando por donde entraría aquel muchacho del cual se hablaba tanto.

- ¡Esta casa es como de película!

-Yo creo que estamos equivocado, Dios mío que estemos equivocados-rogaba el ojiverde.

-Buenos Días, ¿Usted es el viudo del Joven Christopher Vélez? -pregunto amablemente el mayordomo.

-S...Si soy yo, pero c...creo que se trata de un error. -insistió el ojiverde.

-Síganme por favor-pidió para los hermanos.

Quienes no tardaron en seguir al buen hombre.

-Uhm...nada tampoco, yo creo que lo asaltaron, le robaron todo su dinero y lo tiraron por ahí – dijo el anciano luego de analizar al hombre y ver que tampoco tenia documentos o algún teléfono.

-Pero tío no se te hace raro que le robaran todo, ¿pero no el reloj? – Refuto el muchacho.

-Ah caray, en eso tienes razón pe...-El hombre fue interrumpido por unos quejidos de dolor.

-Mmm...- Christopher empezaba a mover su cabeza intentando volver en sí.

El muchacho corrió por un vaso con agua para el castaño.

- ¿Dónde estoy? ¿Cómo llegue aquí?

- Pues... en mi humilde casa, con mi sobrino lo encontramos tirado en el bosque y decidimos traerlo a ver si lo podíamos ayudar, ¿Cuál es su nombre Joven?

-Y-Yo me lla-llamo Christopher, Christopher Vélez-dijo antes de volver a perder el conocimiento.

En aquella habitación se encontraban los dos hermanos, esperando la llegada de la mujer que los llamó.

- ¡Esta casa es de puro lujo!

-Ya verás que todo esto se arreglara en cuanto llegue la señora, estoy seguro, además Christopher no tenía madrastra sino mamá y si el viviera aquí no habría porque ocultármelo ¿o sí? - dijo el ojiverde omitiendo el comentario de su hermana.

Yanelis solo pudo asentir antes de ser interrumpida por el sonido de la puerta por lo cual tuvo que ir.

-Disculpen si me tarde-dijo Paty – T...Tu debes ser Erick- dijo al observar el rostro totalmente decaído del muchacho.

-S-Si señora y ella es mi hermana Yanelis y con todo el respeto déjeme decirle que estoy seguro que esto es una confusión por que Chris me dijo que su familia vivía en Perú, Christopher no es... bueno sé que tenía un buen trabajo, pero no creo que tenga tanto dinero como para que viva en una casa cómo esta. – comento el ojiverde.

-P-Pero tu te casaste con el - comento Paty con un nudo formándosele en la garganta. – ¿no es esta el acta de su matrimonio? - dijo entregándole un papel en el cual confirmaba su unión

-S-Si, pero...- sus ojos se llenaban de lagrimas

-Lo encontramos en su oficina, junto con los pases de abordar cuando se caso contigo- patricia estaba destrozada, de solo recordarlo su corazón le dolía.

-Pero el Christopher que yo conozco no era así, él no era rico ni tenia una casa como esta, e...era un simple chico que trabajaba de empleado, no como yo pues vengo de una familia humilde y sin muchas cosas como las que el me mostro tener – el ojiverde se desvaneció sobre aquel sofá de la habitación mientras su llanto aumentaba. - Pero no, no puede haber muerto, ¡no quiero!

-Ya hermanito, ya tranquilo. - dijo Yanelis entre lágrimas mientras se acercaba a su hermano para consolarlo.

-Esto ha sido una desgracia, todos estamos desconsolados.

-El me dijo...me dijo que tenia que volver a Los Ángeles para ver unos asuntos de su trabajo.

-No se cual haya sido su motivo para mentirte, pero te pido que por favor que te sobrepongas, te pongas fuerte y...y que por favor actúes a la altura de nuestros más allegados.

-P-Pero

- ¿No trajeron más ropa?

-No cuando nos llamaron salimos de inmediato y no había lugares en donde comprar algo. -Intervino Yanelis

Paty se acerco a la mesa de noche que se encontraba al costado de la cama y tomo el teléfono

-Charlie por favor tráele uno de esos tés para los nervios al Joven Erick y pídele a Camile que te de algunos vestidos y ve al cuarto de Joel y trae un de sus trajes... y por favor necesitamos que compren zapatos -Dijo observando el cómo habían llegado los hermanos. - Esta bien, gracias Charlie.

- ¿Y tienen familia? -Pregunto Paty intentando cambiar un poco el ambiente.

-Solo somos nosotros dos y mi papá -dijo el ojiverde tomando la mano de su hermana que reposaba en su hombro -pero no le dijimos nada por que yo estaba segura que se trataba de un error- soltó aun con el nudo formado en su garganta.

-Ojalá, ojalá que así hubiese sido – la mayor solo pudo poner su mano sobre el rostro para impedir que mas lagrimas salieran, pero le fue imposible- Descansen... al rato nos vemos- dijo para salir de la habitación.

De regreso a la cabaña

- ¿Y ahora que hacemos tío?

-No sé.

-Habría de ir por un doctor, el señor se encuentra muy mal.

- ¿Al pueblo? ¿Y con que dinero, si él no tiene? -Refuto el hombre.

-Pues con su reloj.

- ¿S-Su reloj? Eh... ¿Pa' que nos digan que nos lo hemos robado? -respondió inseguro

- ¿Y si se muere?

-Caray, ¡y todo por tu culpa! Lo hubiésemos dejado ahí, por tu culpa menso.

-Yo solo andaba buscando a la Sky. - justifico el muchacho.

-A ver anda búscala, yo me quedare por si despierta.

El hombre regreso a la cabaña y tomo aquel reloj.

-Vamos Erick, debes hacer un esfuerzo por lo que dijo la señora. – ánimo Yanelis.

Pero en aquella cama se encontraba un Erick con la mirada perdida, los hermanos ya estaban con la ropa que les había traído el mayordomo. Y volvió a sonar la puerta.

-Ya nos vamos, aquí tienes la cartera – le entregó a Yanelis, para luego acercarse a Erick- Vamos hijo levántate, D-Debemos ir a la funeraria-dijo con la voz entrecortada.

-Sí señora- dijo el ojiverde sin despegar su mirada del suelo.

-De seguro ese té estaba muy cargado- dijo Yanelis.

-Si, seguramente -Respondió Paty - ¿Ya-Ya sabes lo que deben decir? - pregunto

-Si señora, no se preocupe.

-Esta bien y por favor no respondan ninguna pregunta de ningún periodista y a nuestras amistades les diremos que ya nos conocíamos, pero queríamos mantener el matrimonio en secretó por...porque así lo quiso Christopher, por favor sean prudentes – Paty no podía más sus sentimientos estaban a flor de piel.

En la sala

- ¿Y los demás?