Tras la cristalera - Incompleta

Capítulo 6

No podía creer lo que estaba haciendo. Aarón tiraba de mí mientras corría en dirección contraria a mi puerta de embarque. Intentaba seguir su ritmo, pero me costaba bastante. Al final, paró de repente.

            —¿Qué hacemos aquí? —pregunté sofocada. ¡Voy a perder un vuelo!

            Estaba al borde de la histeria.

            —Hazme caso. Créeme, no vas a perder el vuelo, ahora entra.

            Me señaló una puerta que había al lado nuestro.

            —Es un baño. ¿Espera, pretendes que entre al baño de los tíos?

            —Entraré yo primero. Si no hay nadie, tocaré dos veces la puerta y entrarás.

            —Pero ¿por qué?

            —¿Confías en mí? —dijo mientras me miraba con sus ojos castaños.

            —Confío en ti.

            Me miró un momento, y sonrió. Después entró al baño.

            Me senté apoyada en la pared y agarré mi maleta de mano, no quería que me la robaran. Intenté recapitular lo que había sucedido en las últimas horas. Salí de mi casa rumbo al instituto. Esperé allí mientras venía el autobús. Evelyn tardó en llegar y mientras, tuve un momento de tensión con Alba. Vinimos al aeropuerto. Estaba en un McDonald’s y me fijé por la cristalera en un chico. Lo perdí de vista. Intenté buscarlo con todas mis fuerzas pero no lo encontré. Me rendí, y de pronto me topé con él. Me dijo su nombre. Aarón. Y justo en ése momento tenía que irme, pues el embarque iba a empezar. Pero en vez de hacerlo, le seguí corriendo a un baño de un aeropuerto. Y ahora estaba sentada en la puerta exterior del baño esperando a oír dos golpes que me indicarían que entrara. Pero me entró pánico. ¿Estaba confiando en quien no debía? Al fin y al cabo, era un desconocido, lo único que sabía era su nombre e iba a meterme con él a un baño público. Sin ninguna idea de lo que podía pasarme. Además, había abandonado a Evelyn y se iba a ir a Londres sin mí. Y le había colgado el móvil dos veces. Estaría muy cabreada. Me había dejado llevar por mis impulsos.

            De pronto, oí el toc-toc que significaba que entrara.