7

2.4K 264 88
                                    

Sigan cuidándose lectores, el covid tiene para rato. No se confíen en la vacuna, aquí en Perú ya hay casos de re infección y esta empezando la segunda ola (︶︹︺)

 No se confíen en la vacuna, aquí en Perú ya hay casos de re infección y esta empezando la segunda ola (︶︹︺)

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Lan Wangji despertó a las cinco y observo el cuerpo del omega en sus brazos. Jiang Cheng seguía dormido y el alfa lo apego más a su cuerpo, al fin estaban solos y juntos. Sin Wei Wuxian en Gusu ahora podrían dormir juntos y disfrutar de sus aromas entrelazados. Beso el cuello del omega y disfruto del suave quejido, lo levanto para bañarse juntos y el omega volteo a verlo con sus ojos entrecerrados.

—Uhmm Lan Wangji...

—Despierta A-Cheng —beso su frente— quiero que nos bañemos juntos

Jiang Wanyin al escuchar ello trato de alejarse. Quería seguir durmiendo y no hablar con Lan Wangji, pero el alfa lo jalo de la cinta y un suave chillido se le escapo.

—Vamos A-Cheng

—No... quiero dormir —otro tirón—. Duele Lan Wangji, quítame la cinta

El alfa siguió jalándolo y para evitar más dolor lo siguió, un par de minutos y entro a la bañera con Lan Wangji. Estaba encima del alfa quien comenzó a besarlo y recorrer su cuerpo con las manos.

Jiang Cheng sintió entre besos como el alfa desataba la cinta y se separaron, solo para que besara sus rojas muñecas. Sus toques no llegaron a nada más y se cambiaron en silencio.
Lan Wangji le unto pomada y lo vendo lo más delicado posible.

—Vamos a desayunar y luego te llevare a otro lado

—Mm

A Lan Wangji le gustaba la docilidad del omega, era todo lo buscaba en su pareja soñada. Era hermoso, delicado y frágil y dócil, quizás lo último estuviese en duda, Jiang Cheng podía ser muy terco y malcriado cuando Wei Wuxian estaba presente.

Lo hizo sentarse a su costado y saludo a su tío y hermano. Todo fue tranquilo, compartió un poco de su comida con el omega quien al verse rodeado de más personas acepto y le sonrió. Una muy buena falsa sonrisa.

Su tío no menciono nada, pero se notaba un tanto feliz por el avance de su sobrino y Lan Xichen sonreía como siempre. Después de desayunar, Lan Wangji lo llevo a la montaña donde estaban todos lo conejos y el omega lo ayudo a alimentarlos.

Jiang Cheng se veía lindo rodeado de los conejos, quienes misteriosamente no se alejaban o huían ante su presencia. Hasta cuando trajo a Wei Wuxian huían por temor a ser comida del otro alfa.

—Les gustas —paso sus brazos por la estrecha cintura—. Saben que no les harás daño

—Supongo

Como un ave enjaulada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora