[1] Capitulo 2 *

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"Si la distancia nos separa iré a buscarte y hasta las montañas iré a encontrarte"

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"Si la distancia nos separa
iré a buscarte
y hasta las montañas
iré a encontrarte"

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Llegue ala oficina de mi papá y toque antes de entrar y cuando escuche un "Pase". Entre y luego lo abracé fuertemente o como nosotros le decíamos un fuerte abrazo de oso.

— ¿Qué tienes hija?— se le notaba preocupado.

— Nada papá, ¿cómo te fue en la junta de hoy para el nuevo videojuego?—trate de sonora lo más ansiosa posible. — ¡Cuentame plis!, tú sabes que me gusta que me cuentes lo que haces en la empresa.—dije poniendo ojos de cachorrito y juntando ambas manos a modo de súplica.

—Si,si,si ya para mí monstruito.—así me decía mi papá y a Charlotte le decía pequeña brillitos. Obviamente por qué le gustaban los brillos.

—Si, pero dime ya!—dije acomodándome en el sofá de cuero que había en su oficina que por cierto era muy cómodo.

Mi padre me pasó contando todo lo que pasó este día en la empresa y lo que pasó en esa junta. Estuvimos hablando de cosas sin importancia o de tonterías que se nos venía ala mente como el día de tacos que se le ocurrió a mi mamá hacer.

Después de todo aquello decidí irme a casa, así que me despedí de mi papá para ir al estacionamiento y irme a casa. Tomé nuevamente el ascensor, cuando llegue al estacionamiento, a medida que caminaba al lugar de siempre, sentí un raro frío recorrer mi piel haciendo que se erizará para que luego se posará en mi mente una escena de un atardecer tomando la mano de alguien, podía sentir el calor de aquella mano sobre la mía y después se produjo un fuerte dolor en mi pecho haciéndome caer de rodillas.

Presioné mi mano libre en mi pecho mientras que la otra estaba sosteniendo mi peso.

—Rachelle, vive, vive por mi.—
Aquella voz me hizo roper en llanto y dejarme en shocks por un buen rato.

—¿Señorita?, ¿señorita?,¿señorita?— Me agitaban pero yo seguía atrapada por aquel abrumador sentimiento. Lo único que pude hacer fue asentir a todo.—¿Está bien? — asenti. — ¿La llevo a su casa?— asenti para finalmente, ser prácticamente arrastrada hasta el fondo del vehículo.

Pude oír el escándalo que se desató en casa cuando llegue por que llegue con el cabello hecho un desastre, mi pantalón rasgado de las rodillas a tal punto de que mi piel sangra por la fricción y por último mis enrojecidos ojos  en los cuales deduje ya no tenían en mismo brillo que antes.

Lexia.✓ [El Origen De Los Sagrados Cristales 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora