All I want (for Christmas) - Supercorp

Capítulo 1.

Jueves 16 de diciembre. 11:40pm

El cielo estaba totalmente oscuro y unos minúsculos copos de nieve cayeron en el parabrisas del auto de Lena, ella prendió la calefacción y se regañó mentalmente por no portar un abrigo más grueso. Dio vuelta en la esquina de Privet Drive, donde el ambiente era tranquilo y lo único que iluminaba la calle eran los enormes postes de luz. La mayoría de las casas del vecindario tenían las luces totalmente apagadas.

Tras un par de minutos, Lena finalmente llegó a su casa, abrió la puerta de la cochera con el control remoto y metió su auto.

La cochera estaba totalmente oscura, Lena bajó del auto y no se inmutó en prender la luz, pero soltó una maldición cuando dio un trompicón con los patines de Lexie, que una vez más estaban en el suelo. Lena los hizo a un lado con el pie, había perdido la cuenta de cuántas veces le había pedido a su hija que no los dejase tirados en cualquier lado.

Siguió caminando y abrió la puerta de la cochera, la cual conducía a la cocina. Dio un pequeño brinco de sorpresa al encontrarse a su esposa, quien estaba sentada en la mesa de la cocina, tenía en las manos un libro y estaba bebiendo té, al parecer la estaba esperando.

—Dios, me asustaste— Dijo Lena y se sacó el abrigo, para posteriormente colocarlo sobre una de las sillas. —Creí que ya estabas dormida.

Kara no emitió ningún sonido, simplemente levantó su vista del libro y miró a la ojiverde con desaprobación.

—Oye, lo siento, sé que es muy tarde— Lena suspiró, tomó un vaso de vidrio de la estantería y lo llenó con agua. —Tuve una cena con algunos inversionistas y simplemente perdí la noción del tiempo.

—Mmh— Kara asintió en señal de entendimiento y continuó con la lectura de su libro, sin prestarle la menor atención a Lena.

—Escucha, no tengo ganas de hacer esto— Comentó la CEO con algo de impaciencia. —Si solamente me esperaste despierta para pelear, temo decirte que no voy a hacerlo, estoy demasiado cansada— Tomó un gran sorbo de agua.

Los ojos de Kara ni siquiera la miraron, seguían pegados en las páginas de su libro, pero Lena notó que los ojos azules de su esposa se habían llenado de lágrimas.

—Así que una junta de negocios, ¿Ah?— La rubia la miró, su mirada derrochaba decepción. —Dime, ¿No tenías nada importante que hacer hoy?

Lena frunció el entrecejo y repasó mentalmente las fechas importantes, no era su aniversario, ni el cumpleaños de nadie importante. ¿Qué demonios había hecho?

—No que yo sepa, y si tienes algo que decir simplemente se directa, no estoy de humor para...

Lena no terminó de hablar, ya que Kara le lanzó lo que parecía ser una camiseta, la rubia se levantó de la mesa y salió rápidamente de la cocina. La ojiverde tomó la prenda que su esposa le había lanzado, era una pequeña camiseta de color azul marino, en el reverso decía "Luthor" y tenía un gran número 12 plasmado en la espalda.

—Mierda— Lena maldijo al darse cuenta de lo que estaba pasando. —Kara, espera— Se apresuró a seguir el paso de la rubia. —Kara, por favor.

—¿Así que no había nada importante que hacer hoy?— La rubia se detuvo en seco una vez que se encontraba en la sala.

—Soy una idiota, en serio lo siento– Lena se palmeó la frente. —Olvidé por completo que Lexie tenía un partido de soccer. Lo siento muchísimo.

—No, Lena, yo no soy la persona a la que le debes una disculpa— Kara señaló hacia las escaleras.
—Durante toda la semana Lexie no dejó de hablar sobre su partido de soccer, es increíble que lo hayas olvidado.