Así son lo Franceses

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Pov Poché


—¿Estás bien? —pregunté aun con su cabeza y cuerpo pegados en suelo.

—Sí ¿y tú, todo bien? —respondió ella.

Asentí sonriendo mientras la ayudaba a levantarse. Mi cuerpo estaba repleto de adrenalina y algo mucho más fuerte que provocaba que miles de mariposas aletearan en mi estómago.

Me besó.

No estaba soñando, todo eso de verdad había pasado. Derroté a un Dragón y después la chica más hermosa del mundo me besó. Me besó.

—¡Están dementes! ¿A caso nos quieren matar? —se quejó Viktor revisando una herida que se asomaba detrás de la tela chamuscada de su pierna.

—¿Supongo que ahora preferirías que fueras unicornios no? —preguntó James con tono de burla, recibiendo una mirada tan hostil que pensé lo retaría a un duelo en ese mismo momento.

—Chicos, ¿están bien? —preguntó la profesora McGonagall, quien se acercaba con cara de preocupación seguida por los demás directores y la gente del ministerio.

—Parece que estamos bien profesora —dije sonriendo mientras mostraba mi piedra.

—Oh, eso es maravilloso. Esperemos que los jueces determinen los resultados —se alegró la directora.

Krum padre se había acercado a su hijo para llevarlo hasta una zona en la tienda donde podrían atender sus heridas, Madame Maxime se aseguraba de que Daniela no estuviera herida mientras James era revisado por su madre.

Nos habían explicado que los jueces entre ellos la ministra de magia y los directores, determinarían la cantidad de puntos que nos darían a cada uno. Según tenían entendido las heridas o quemaduras te bajaban puntos, los hechizos mal realizados también y por el contario, recibían bonificaciones por hechizos bien hechos.

—Señorita Garzón, permítame felicitarla hizo un excelente trabajo con esa bestia —me dijo el señor Potter al acercarse a mí.

—Gracias señor —sonreí orgullosa— no fue nada fácil.

Me disculpé con Harry y me tomé un momento para sentarme y tratar de acomodar mis ideas. No me había dado cuenta, pero mi mano seguía aferrada a mi varita tan fuertemente que mis nudillos estaban blancos.

Pasaron varios minutos antes de que Daniela se acercará a donde yo estaba y se sentará a mi lado en el vejo sofá que había en esa tienda. Al parecer ella tampoco terminaba de procesar lo que había pasado en la arena.

—¿Estás bien? —preguntó.

—sí, solo un poco... impresionada —dije devolviéndole esa sonrisa.

—Estuvo difícil, gamas pensé poder dormir a un dragón —comentó mirando a sus manitas— no te agradecí por haberme ayudado ahí dentro.

—no fue nada, solo te recordé un poco de lo que ya sabias, tu hubieras hecho lo mismo por mí —dije notando que había omitido lo del beso.

—sí, igual gracias —sonrió como si quisiera decir algo más, pero no lo dijo solo se levantó dispuesta a irse.

—Calle, espera —la llamé.

Justo cuando le preguntaría algo del beso, la ministra y los directores se acercaron a nosotros.

—Vengan campeones —nos llamaron— subiéremos hasta el palco para anunciar las puntuaciones.

Travesura Realizada -Fanfic Caché-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora