Capitulo 8

999 89 2
                                    

Todo el camino fue en silencio.

Max toco la puerta y del otro lado se escucho la voz de mi padre.

- Pase-

- Padre- dije e hice una reverencia.

Max se fue cerrando la puerta detrás de él, haciendo que quedemos solo nosotros dos en el estudio.

- Ven, sientate Amelia-

Me senté en el sillon esperando lo que yo ya sabía que iba a decir.

- ¿Y que es lo tan importante que tenía que decirme padre?-

Hubo un silencio de parte de los dos, hasta que se dispuso a hablar.

- Ya arregle tu compromiso con el Principe Heredero-

Y ahí estaba la noticia que estaba esperando.

¿Pero cómo debo reaccionar?,¿Grito, lloro, me niego, acepto o me hago la desentendida?

- ¿Amelia?-

- Oh. Lo siento, padre-

El silencio reino en la habitación. Ambos no sabían que decir, así que el Duque tomo la iniciativa.

- ¿Sabes lo que quiere decir el compromiso?-

'Si, dhaa, quien no lo sabe?'

- Claro que no, padre-

Obviamente me voy hacer la desentendida.

- Un compromiso es como un juramento que hacen ambas personas para en un futuro estar juntos-

'Bueno en este caso la familia esta haciendo que estemos juntos. Mhph'

- ¿Y esas personas se aman?-

'A ver que respondes con eso, jajaja'

Esa pregunta el Duque no se la espero. ¿Que debía responderle a su hija?

- Si, capas en un futuro llegues a amar al Principe Henry-

- ¿Eso significa que también me amará?- tube que parecer entuciasmada ante el tema.

El silencio reino por segunda vez en la habitación.

En la cabeza del Duque resonaba esa pregunta.

'¿La amará?'

Miro a su pequeña hija que estaba sentada en el sillon. En sus ojos había un brillo. Un brillo que él no quería apagar.
Además, ¿quien podría no amar a Amelia?, era una niña encantadora, era tierna y muy cariñosa. Sin duda algúna la futura "Flor de Maristen"
Pero eso se acabó el 23 del mes 10 del año 1570. Desde esa día Amelia había cambiado. No salía de su habitación, no venía a la mañana a su despacho y ese brillo desapareció. Por eso verlo ahora mientras pregunta si la amarán trataras de no volver a apagarlo.

El duque se acercó hasta Amelia y se arrodillo en una pierna.

- Seguro te amara. No hay nadie que no lo haga- trato de acariciar su cabeza pero es tan cobarde que no lo hizo.

'Tú no me amas'

Eso fue lo que pasó por mi cabeza.

'Uf, tienes que ser fuerte Amelia, no caigas. Solo cambia de tema'

- Papá, cuando vendrá la Condesa Merita para mis clases de etiqueta?-

- Haré que venga en esta semana. Sin más tardar en dos días-

- Esta bien-

- Una cosa más-

Amelia miro al Duque y parecía que estaba dudando si decirle o no.

¡Seré la VILLANA!...otra vezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora