2 | Memories 【3Below; James Lake Jr.】

17 | Memories II

❝Memorias II❞

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Memorias Infinitas

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「ULTIMO CAPITULO」

Stella Miracle

—¡Entréguenme a los Tarron!.— ordenó con una voz más ronca de lo usual.

Miré con molestia a Kubritz, ella sería la responsable de tantas muertes, y aunque me miró por segundos, ella de igual manera tenía miedo. Miré a Toby que flotaba frente a Morando por su Martillo de Guerra.

—¡Dio un estirón!.— exclamó con sorpresa. 

El General Morando no me dio ni siquiera tiempo de reaccionar cuando disparó hacia una edificación e hizo que Toby se desequilibrara y cayera al suelo, me alivié al ver a Aaarrrgghh atraparlo, sin duda el equipo que ellos dos hacían no tenía comparación.

¿Yo hice alguna vez equipo con alguien?

Tres disparos más y daba por derrumbado un edificio que estaba a unos metros de nosotros, y Morando reía de la función que disfrutaba y que él mismo protagonizaba. Las explosiones eran lo de menos, mi prioridad era asegurarme que ningún residente arcadiano saliera herido, y en el peor de los casos, muerto.

—¿A eso le llamas proteger?.— le cuestioné a Kubritz con rabia.

Vete al diablo...

—Morando prometió proteger a la Tierra.— confesó bajando su mirada, preferí no mirarle por la rabia del momento, esto era su culpa que la maldita obsesión que tomó con Aja y Krel, esto confirmaba más los miedos de Blinky cuando no me dejaba salir a la superficie.

La humanidad era un asco.

—No sé de qué crees proteger a la Tierra.— dijo Aja llamando mi atención.— pero, ¿Qué puede ser peor que esto?.— preguntó observando la huida de Toby junto a mi duo favorito, los Mataengendroz.

—¿No estuviste cuando invadieron Arcadia por su culpa?.— interrogó Kubritz mirándome a mí y culpándome por completo, la miré y me acerqué, aunque mi mirada de repulsión no iba a ser revocada con nada.

—¿Mi culpa?.— solté una risa sarcástica.—, claro yo pedí nacer hace 917 años, que mi padre fuera un loco y mi tía quisiera matarme. Le diré una cosa, si no sabe la historia mejor no hable, porque yo sí luché por proteger Arcadia, y usted no le ha importado Arcadia, solo su maldita y estúpida obsesión por dos akiridianos que no le han hecho daño alguno a la Tierra. No trate de excusar sus errores.— pedí.— porque tanto los Tarron como yo, hemos dado casi la vida para remediar los errores que los mayores han cometido, protegiendo a Arcadia.

—Nunca es tarde para hacer lo correcto.— le dijo Aja en tono algo dulce.—, pelee junto a mí y Stella, lo venceremos juntas...

Aja estás loca... 

—Ese no era el trato.— murmuró.

—Lo lamento por usted.— respondió mi amiga akiridiana tomando mi mano y comenzando a correr.

Mis años de vida -sin contar los que estuve dormida, cosa que aun no sé cómo llegué a dormir tanto-; me han enseñado que por más que uno quisiera, no lograba cambiar a quienes habían tomando una mala decisión, no dándome opciones más que no dar oportunidad alguna, y Kubritz me comprobó que he estado bien en ese ideal, y aunque me doliera, lo seguiría.