2 | Memories 【3Below; James Lake Jr.】

03 | Fear

❝Miedo❞

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A la mañana siguiente, Stella Miracle parecía completamente reparada, emotivamente hablando. Aunque su delicado cuerpo daba a notar una rara falta de sueño y poca hidratación junto a la alimentación, su sonrisa era más que resplandeciente. Se sentía como nueva, haber dormido por 10 horas seguidas le habían sentado bien.

—¡Dios mío, el agua cae por el techo!.— exclamó impresionada al abrir el grifo.—, ¡Y está fría!.— dijo con horror al sentir el gran cambio de temperatura en su cuerpo.—, es como magia...

Tiritando por el frío pero sin querer causar molestias, tomó un baño rápido.

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—Chicos, gracias por el desayuno.— agradeció con una sonrisa.—, y no se preocupen por mí, Madre me ha dado un mapa con la ubicación del Dentista y el Hospital, puedo ir sola.— anunció tomando un bocado de panqueques.—, ¡Esto es delicioso!, amo el pan de qué.

—¿Pan de qué?.— Aja resistió soltar una carcajada, pero debía aceptar que ella también confundía las palabras terrícolas cuando las escuchaba la primera vez.—, 'Ella, son panqueques.

—Perdón.— se disculpó acomodando un mechón rebelde detrás de su oreja.—, creo que ese accidente de auto me afectó más de lo que pienso.— comentó cortando más trozos de panqueques.

—'Ella no me siento cómodo que vayas sola, yo te acompaño.— se ofreció el moreno ignorando el comentario de ella sobre su accidente.

Tras masticar y tragar el bocado, los zafiro de ella le observaron un reproche, negando rotundamente con su cabeza mientras tragaba al mismo tiempo.

—Claro que no, Krel. Aja me dijo que tienen visitas hoy, y no quiero ser una molestia.— Stella dejó su plato vacío en el lavamanos.—, emmm, ¿Cómo se lava un plato?.

El moreno soltó un suspiro de resignación, después de verla morir no quería ni que fuera a la cocina sola, era como si el no verla le trajera los momentos en que ella estaba muriendo y el terror lo controlaba. En el pasillo, divisó a Zadra y Varvatos llamándole con señas, por lo que tuvo que irse de la estancia donde su hermana mayor y la chica que revivió estaban.

—Ya te enseño.— la de cabellos rubio platinado se posó a su lado y comenzó a mostrarle el proceso en enjabonar, enjuagar y secar.—, disculpa a mi hermano, desde que casi te ve morir ha desarrollado una dependencia en ti, creo que es la culpa o el remordimiento.— comentó haciendo una pequeña mueca.

—Yo también me pondría así con alguien.— le dio la razón.—, Aja, ¿Nos conocíamos antes?.— se atrevió a preguntar.

La de ojos aguamarina asintió sin emitir algún sonido, se sentía mal por la de cabellos carmesí. Parecía que algunos recuerdos como el funcionamiento de una ducha, cómo lavar un plato, el nombre de unas comidas y lugares habían desaparecido de su memoria.

Como si jamás hubiese estado en la Tierra.

—Desearía poder recordarlos.— musitó cabizbaja.— presiento que hubiésemos sido inseparables... Es como si los 3 fuéramos de mundos diferentes, no sé si me entiendes o me estoy volviendo loca.— rió con nervios. Quizás si estaba loca, o estaba atrapada en un espantoso sueño donde la vida la odiaba y la privaba de recuerdos, dejándole un amargo sabor de boca a su paso.