02 | Breath

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Respiro

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Abrió sus ojos de golpe, era como si alguien interrumpiera un profundo sueño, sin embargo, la pesadez en su cuerpo era extrema. Y el frío de la plancha donde estaba acostada parecía llegarle hasta la espina dorsal, donde comenzó a sentir su piel erizarse. Dejó escapar una gran parte del aire que sus pulmones retenían a causa de la fortuita manera de despertar.

¿Estoy encerrada?

Su corazón palpitaba con fuerza, de tal manera que podía escucharlos sus oídos. Miró la tapadera de color naranja brillante que bloqueaba su salida del exterior, comenzaba a asustarse, no era para nada normal. Comenzó a inhalar y exhalar de manera brusca, mirando hacia su pecho, donde un cristal gris y sin vida reposaba. No tenía tiempo para detallarlo, debía escapar de donde sea que estuviese encerrada.

Ni siquiera tenía la noción del tiempo, desconocía si habían pasado segundos, minutos o incluso horas desde que estaba ahí, analizando aquel lugar y su forma de despertar.

Tengo que salir de aquí...

Levantó sus delgados brazos, le dolían, y estaba más delgada. Como si no hubiese comido en semanas, tomó impulso para apartar aquella tapadera color naranja.

Se llevó una gran sorpresa al ver que podía traspasarlo, tomando un gran impulso por su torso, se sentó quedando solo sus piernas dentro de aquella capsula. Se sentía extraña, miraba a su alrededor confusa, habían demasiadas luces de colores azules en distintas tonalidades.

Giró sus caderas de tal manera que sus piernas colgaran en la plancha, sin apartar la mirada que cada luz parpadeante.

¿Dónde estoy?

Colocó sus pies en el frío suelo, dándole  un poco de escalofríos. Cuando dejó que todo su peso fuese sostenido por sus pies, algo completamente extraño le sucedió.

Su cuerpo impactó contra el suelo, completamente adolorida. Miró sus piernas, sus tobillos estaban rojizos y mostraban unas cicatrices, alarmándola por completo. Sus tobillos apenas y podían sostener su peso, no sabía calificarlo si era real o si era psicológico.

Pero la caída directo al piso fue más dolorosa de lo que esperaba.

Se armó de valor, prefirió no ver sus brazos, estaban delgados y le daba mala espina. Pero sin embargo no dejaría que el dolor le ganase, estaba en un lugar completamente desconocido y debía salir antes de que algo malo le pasara, cuando estuvo en sus rodillas, se impulsó hacia arriba, mordiendo su labio inferior cuando sintió de nuevo el dolor en sus tobillos, arrastraba sus pies, en un torpe caminado hacia la salida, usando las paredes para recargar su peso de vez en cuando.

Logró ver una estancia con muebles cómodos, donde varias voces hablaban, y lo que parecía ser el Sol, iluminaba aquel lugar.

Emitió un pequeño quejido a unos pasos de salir, esos dolores no eran nada normales y no era capaz de describir todas sus molestias. Debía admitirlo, quería llorar y gritar de dolor, su delgado y demacrado cuerpo no podía soportarlo.

—¡No puede ser!.

La chica de cabellos carmesí se tropezó ante el susto que le había provocado aquel grito, tambaleándose un poco antes de volver a caer al suelo por su poca fuerza en las extremidades para sostenerse.

Se asustó cuando unos brazos sostuvieron su torso, dándole más conforte y siendo amortiguadores de su caída. Quedó de rodillas, dejando reposar su peso en quien estaba aferrada a ella y posaba su cabeza entre su hombreo y cuello con fuerza, ella se volvió a quejar de dolor. Su torso ardía como si aun tuviera quemaduras.

2 | Memories 【3Below; James Lake Jr.】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora