PROLOGÓ

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Sus ojos azules era el único recuerdo que llegaba a mi, su olor, esa risa contagiosa que inundaba la habitación. Ella era sensual hasta en la forma de moverse, y hablar, era seductora, ardiente.

¿Cómo podía una chica parecer de cristal?, porque eso parecía, mientras la hacía mía en esta habitación de hotel, pude sentir su piel, era tan suave como la seda, tenía la sensación que en cualquier momento se podía romper como porcelana.

Sus caricias eran suaves, pero excitantes, ella  era la diosa de mi mente, no podía dejar de pensar en ella.

-Dulce, ¡oh!, ¡oh!, ¿qué pasó aquí?.

-Rene- lo miré y sonreí, pero no se que decir- Sexo casual.

-Pues aquí parece que hubo más que sexo casual, vino esparcido en el piso junto con la botella, la cama totalmente desecha, las almohadas en el suelo, tú cabello desordenado, ¿espuma de la tina por todas partes?, ¿en serio?- él se ríe y levanta mi barbilla- Marcas de pasión en tú cuello.

-¡Fue el mejor sexo de toda mi vida!.

-No pues ya veo, ¿con quién?

-Se llama Anahí, y te juro que es la diosa del sexo casual... ¡quiero saber de ella!, nunca en mi vida la había visto.

-¿Quién te asegura que ella quiera verte también?, fue sólo sexo.

-Lo fue, pero... algo me dice que quizás pueda repetir- me río a carcajadas. Rene, es mi hermano mayor, y mi alcahueta en todo- Creo que tendré que volver a ese bar, sí o sí.

-¡Dulce, Dulce!- levanta las manos y niega con la cabeza- Recoge este tiradero, que si papá ve lo que haces en nuestros hoteles te mata. Son finísimos como para revolcones con viejas desconocidas. 

-¡Rene!, no soy ni la primera, ni la última persona de la familia que trae a una chica a uno de los hoteles, así que cállate. 

-Pero tú eres los ojos de nuestro padre, y eso lo hace diferente.

-Rene, debo aprovechar lo más que pueda este verano, y no podía dejar escapar a esa lindura así nada más.

ANAHÍ:

"El amor puede llegar de la forma más inesperada, menos imaginada. Pero al fin y al cabo es eso, amor. Sin importar si se da en primavera, invierno o verano".

Cierta vez escuché que los amores de verano eran los más hermosos que se pueden vivir, te invitan a experimentar con intensidad, a probar cosas nuevas sin temor. Pero solo son eso, un amor que dura un verano.

Era divertido escuchar como mis amigas contaban sobre sus deslices, sobre lo guapo y encantador que era el chico con el que salieron solo ese corto par de semanas, pero... ¿podrías encontrar el amor y enamorarte en un corto tiempo?.  Yo no lo creía así, opinaba que el amor debía ser cultivado en la cotidianidad, que con el tiempo este iría tomando la fuerza necesaria para sobrevivir, para florecer y convertirse en una hermosa he inagotable experiencia. Lo cuál en quince, dieciséis o veinte días era casi imposible.

Comúnmente mis vacaciones de verano las pasaba con mis amigas, en la playa, en la montaña, o hacíamos fiestas ridículas. Pero este año fue la excepción, decidí darme un respiro, mi mejor amiga y compañera de cuarto me llevó a un bar nuevo del que todos hablaban. Nos divertimos, reímos y festejamos al mejor estilo de "Oye estoy pasada de copas".

Soy prostituta, al igual que mi mejor amiga Mariana, pero durante el verano siempre nos tomábamos un tiempo de eso, era agotador y hasta cierto punto asqueroso. 

Como dije eran nuestras vacaciones, pero mis copas no me ayudaron y mucho menos la preciosa mujer de ojos cafés que me coqueteaba a lo lejos. Era tan hermosa que... dolía, realmente su belleza me hacía querer correr. 

Y fue así tras esa mirada coqueta, que caminé a ella, le ofrecí una cerveza, bailamos, reímos, nos presentamos, y finalmente terminé teniendo sexo con ella en un hotel. Se supone que es un tiempo para alejarme de esa área precisamente, ¿pero que se hace cuando una hermosa chica llega a ti con esa sonrisa y te cautiva?.

Era la primera vez en mucho tiempo, que tenía sexo y no cobraba. Fue por puro y gran placer, ella realmente me gustó, no era algo forzado, ni fuera de mi agrado, así que me dejé llevar. 

-Un amor de verano- sonreí imaginando a la chica de anoche- ¿Pero que estoy pensando?, ¡fue sólo una noche más de sexo, el que no cobraras no significa que sea diferente Anahí!... ella es una dama hermosa, y tú eres una prostituta, no puedes pensar en si quiera buscarla.

Hice trizas el papel con su número y lo voté.

Hola chicas, miren la sorpresa que les tengo. Una nueva historia!!!!
Espero les guste el prólogo de verdad, todavía no se cuando vaya a subir el primer capitulo pero supongo que eso será cuando acabe "La Madrastra"

La Dama Y La ProstitutaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora