- Pero ese momento llegará después. Ahora no.
-Ahora no, pero ¿qué dices en cinco minutos?
- No.
Lo tomé de la mano y lo jalé para que siguiera caminando.
- Luca ¿Tú conocías a Kylie antes de estar en esta escuela?
- Sí, desde los cinco años.
- ¿ Y recuerdas cómo eran sus padres? No fisicamente sino ¿Cómo se comportaban con ella?
- Siempre la quisieron aunque cuando cumplió quince todo cambió, Kylie ya no era la misma y sus padres se la pasaban enojados con ella.
- ¿Sabes por qué?
- Ni idea, pero tengo una ligera sospecha de que fue algo que ver con su hermano. Su madre estaba embarazada cuando dejaron a Kylie vivir sola, al parecer ella no lo conoce.
- Eso es horrible, que te prohiban ver a tu propia familia es pff -bufé.
- ¿Por qué tanto interes en Kylie?
- Por nada, simple curiosidad. ¿Te molesta si vuelvo a casa? Estoy cansada.
- Claro que no, vamos.
Dimos la vuelta y mi zapato se atoró en una coladera, quise safarlo pero lo único que logré fue que se rompiera la suela.
- No puede ser -levantando el zapato dividido en dos.
- Olvídalo, ya no va a servir.
Tomó mi zapato y me pidió el otro, me lo quité y se lo di. Caminó hacia un bote de basura y los arrojó. Me quedé un poco confundida al ver eso pero en seguida se quitó lo Vans que llevaba puestos y me los ofreció quedándose con sólo sus calcetas.
- Toma, no puedes irte descalza a casa.
- No. Póntelos tú, son tuyos.
Rodeó los ojos y se agachó para ponerme los tenis uno por uno.
- Listo, vámonos -me tomó de la mano.
- Estás loco.
- Lo sé.
Cuando llegamos a casa los pies de Luca estaban completamente sucios, el pasto húmedo había hecho enormes manchas en las calcetas blancas y podía imaginarme lo frío de sus pies.
-Gracias por tus tenis, entra.
Abrí la puerta y el entró enseguida de mí, miraba la casa discretamente mientras se dirigía a la sala principal; se sentó en el sillón mientras yo buscaba unas calcetas limpias en el cajón de mi padre, entré a mi recámara y lo primero que vi fue un gorro negro sobre el sofá, lo tomé y baje enseguida con Luca.
- Toma, esto es para ti.
- Calcetas y ¿mi gorro? ¿Tú lo tenías?
- Sí, después de que lo tiraste en la bodega lo guardé y le quité la asquerosidad que tenía impregnada.
- Gracias -Se puso las calcetas y se acomodo el gorro-. Es muy linda tu casa.
- Mi madre se encargó de hacer que se viera así.
- Lo siento, no quise sacar a tus padres en el tema.
- No te preocupes, tengo que superarlo en algún momento. La vida sigue ¿no? -sentandome a su lado.
- Sí.
Pusimos la cabeza sobre el respaldo al mismo tiempo y el sueño nos venció.
Abrí los ojos, puse mis manos sobre ellos y al quitarlas los colores de mi alrededor eran fríos, los grises y azules predominaban. Luca seguía dormido junto a mí pero algo me decía que no debía despertarlo. Me puse de pie y unas ganas inmensas de ir a mi recámara llenaban mi cabeza, subí las escaleras cautelosamente y giré la manija. Mi ventana estaba abierta, me acerqué a ella y el aire no soplaba, ningún sonido, ningún movimiento.
- Sé que estás aquí, puedo sentirte -dije sin recibir una respuesta.
Me senté en el sillón y bajé la cabeza un poco.
-Hola Victoria.
La voz de mi madre retumbó en mis oídos haciéndome levantar la vista. Ella estaba frente a mi, llevaba puesto un vestido blanco, sus pies descalzos y se veía tan hermosa al sonreír. Caminé tratando de tomarla de las manos pero fue inútil, mis dedos la traspasaban, no podía sentir su calor una vez más . Las lágrimas comenzaron a salir y ella se acercó a mí.
- No llores, estoy aquí contigo.
- Los necesito tanto.
- Eres muy valiente hija, podrás seguir adelante, ya no nos necesitas.
Sequé mis lágrimas y me decidí a aclarar mis dudas.
- ¿Qué es lo qué me pasa? ¿Por qué puedo hacer cosas que los demás no pueden?
- Es difícil explicarlo.
-Dímelo.
- Yo lo tenía también. Es un don con el que nací, me fue difícil aceptarlo pero al final no es tan malo. No te niego que tuve miedo y cometí muchos errores.
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The Window
Подростковая литератураUna historia que te atrapará. Victoria Luna esta enamorada de un joven chico de su edad pero él no sabe de su existencia hasta que un extraño don hace que Collin Skye se interese por ella. La ventana, el mejor comienzo. "- Sé que estás aquí, puedo...