The Window

hermano de Kylie

Me di un baño y me puse un vestido. Algo raro en mí, por lo general no los uso, me hacen sentir un poco incómoda pero hoy quería intentar algo nuevo. Mis botines negros hacían que mi ropa no se viera tan femenina y ese era mi estilo.

Bajaba aún las escaleras cuando el timbre se escuchó, me acerqué a la puerta y abrí. Kylie lloraba, tenia los parpados un poco hinchados y el delineador de sus ojos corría junto con sus lágrimas.

- Kylie, ¿Qué pasa?

-¿Puedo entrar?

- Claro.

Pasó y se sentó en el primer sillón que vió. Yo la imité y dejé que hablara primero.

- Es mi hermano, está muy grave. Sé que no tengo porqué estar aquí diciendote esto pero no tengo más amigas. Me siento muy mal.

- Tranquila -la abracé-. ¿Qué tiene? ¿Está hospitalizado?

- No, lo acaban de llevar a casa de mis padres, está muriendo y no le dan muchas horas de vida.

- Y ¿Por qué no estás con él?

- Mis padres decían que yo era un mal ejemplo para él, en cuanto cumplí quince años me obligaron a vivir sola, cuando nació mi hermano no me dejarón verlo y ahora que esta por morir también me impiden estar con él. No sé que hacer Luna.

- Vamos a casa de tus padres, yo te voy a ayudar para que veas a tu hermano.

- Es imposible entrar, tienen cámaras y alarmas de seguridad.

-No te preocupes por eso.

Salimos de inmediato y me llevó a casa de sus padres; era bastante grande, la puerta de enfrente estaba cerrada y pedía marcar una clave para poder accesar pero no fue necesario teclearla pues gracias a mi mente la abrí en seguida. Kylie me miraba algo extrañada al verme hacer eso pero ya tendremos más tiempo para hablarlo.

La siguente puerta también tenía clave y una cámara que nos apuntaba directamente. Apagué las cámaras y quité el seguro, entramos en silencio, sus padres estaban platicando en la sala mientras nosotras subiamos cuidadosamente al cuarto de su hermano. Una cuna blanca se veía al fondo, Kylie se detuvo y las lágrimas salieron nuevamente de sus ojos, la tomé del hombro y ella respiró para después continuar caminando.

Era tan pequeño, por mucho tenía dos años de nacido, el parecido con Kylie era impresionante. Su respiración era lenta, parecía debil, su semblante grisaseo y sus diminutas manos tan frías.

- Es hermoso -dijo con voz entre cortada-. Daría mi vida por la de él.

Sabía por lo que estaba pasando, perder a alguien querido era terrible, su hermano aún seguía vivo pero lamentablemente no era por mucho tiempo. Sin darme cuenta derrame una lágrima y ésta me hizo pensar, sí pude dar vida a una flor, tal vez pueda dar vida a algo más grande a alguien que merece estar vivo. No perdía nada con intentarlo. Coloqué mi mano sobre el bebé sin siquiera tocarlo, cerré mis ojos y la imagen de mis padres a mi lado apareció haciendome sentir un gran calor atravesar mi palma, saqué el aire que aún sostenía y volví a dejar salir toda mi energía sobre él. Abrí los ojos y retiré mi mano. La mirada del bebé se cruzaba con la mía, una dulce risa salió de él y yo sonreí antes de perder las fuerzas y caer de rodillas al suelo. Kylie se acercó a mí tratando de levantarme pero yo le hice una seña para que me dejará allí.

- Luna ¿Cómo lo hiciste? Sanaste a mi hermano.

- Puedo hacer... cosas con la mente, es lo único que sé... no temas, no te haré daño... no soy un monstruo.

-Jamás pensaría eso -me miraba desconcertada-. Gracias.

-Sonreí-. Tenemos que irnos, tus padres no pueden vernos aquí.

Asintió con la cabeza y me ayudó a levantarme, salimos de la misma manera que como entramos, nadie se dió cuenta de que estuvimos en esa casa.

Kylie me prometió no hablar con nadie sobre lo que acababa de ver y de saber de mí, le dije que se fuera a descanzar y allí fue donde nos separamos.

Seguí caminando por las calles preguntandome ¿Cómo había logrado mejorar la salud de alguien? Creo que al fin estoy encontrando el lado bueno de este don.
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Amo que les siga gustando la novela :) gracias por sus votos y comentarios!