Una flor.

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Hoy es un nuevo día y lo dedicaré a mí, a encontrar respuestas, a saber quien soy. Ventilé mi recámara como ya es costumbre, bajé a desayunar algo y en cuanto terminé salí a regar las rosas del jardín, corté algunas hojas que se habían quemado por el sol y regresé a mi recámara, cambié de lugar los pocos muebles que tenia hasta que me agradara por completo como se veían. Subí mi mochila a la cama y saqué lo que tenía adentro, dos cuadernos, una carpeta, colores, un lápiz a la mitad y un gorro color negro manchado de un liquido verde. Era el gorro de Luca. Abrí la llave del lavamanos, quité la mancha con un poco de jabón y lo coloque en la ventana para que el aire hiciera su trabajo.

Chequé mi celular y no había notificaciones, mensajes, ni llamadas. La esperanza de saber que había pasado con mis padres no desaparecía, ayer por la noche llamé a la delegación y les informé de lo ocurrido, dijeron que investigarían y que los iban a encontrar pero tampoco he tenido ninguna respuesta.

Salí de mi habitación para entrar a la de ellos, todo seguía igual, la cama destendida, los zapatos de mi padre a lado de la puerta, el armario abierto dejando ver los vestidos que ocupaba mi madre para ir al trabajo. La idea de que jamás los volvería a ver me rompía el corazón pero sabía que tenía que ser más que fuerte para seguir adelante, no tengo más familia así que tendré que ver por mí misma si quiero sobrevivir.

La esquina de una hoja asomandoce bajo la almohada llamó mi atención. Me senté sobre la cama y tome la hoja para leerla.

" Como quisiera que mi propia hija no tuviera que pasar por esto. Yo perdí tantas cosas, mis amigos, mi familia y por poco al amor de mi vida.

Cuando llegue el día en que Victoria sepa lo que posee espero que aprenda a vivir con ello, que no se equivoque tanto como yo lo hice."

¿De qué hablaba mi madre? ¿Acaso se refería a lo que puedo hacer con sólo usar mi mente? ¿Ella también podía hacerlo? En donde esta ahora cuando la necesito más que nunca. Doblé la hoja y la guardé en uno de mis cajones.

Necesitaba salir, así que fui al parque más cercano me senté bajo un arbol y revisé a mi alrededor que nadie me viera, respiré profundo y puse mis palmas hacia abajo sin llegar a tocar el pasto, cerré los ojos y dejé que toda mi energía fluyera hacia ellas. Cuando abrí los ojos y quite mis manos lentamente había crecido una pequeña flor, yo había hecho que creciera. Me sorprendió ver eso pero también una pequeña chispa de alegría nacia de mi haciendome querer mostrarle al mundo lo que podía lograr.
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no me cansaré de darles las gracias por votar, comentar y seguir leyendo mi novela :'D espero les haya gustado el pequeño maratón.

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