Principessa Mía

Capítulo 6 : La verdad

Alterada por ese raro, pero exitante beso, Mía se acerca al resto de las chicas viendo de reojo como Alessandro se aleja.

—¿Qué paso, Mía?__se acerca Candice al verla bajar de la rueda de la fortuna, su cara denota preocupación. Todos vieron ese beso y lo último que desea es una pelea entre sus dos amigas, y menos por un chico.

—Lo tuve que besar porque quedamos en la cima__ explica a penas llega mirando de reojo a Charlotte con disculpa, ella solo asiente con una pequeña sonrisa__ también gane la apuesta de tiros__ trata de cambiar el tema con alegría.

—Eso me suena a excusa__ susurra solo para Mía, rie al ver su mueca__conociendo tu crianza, me sorprende que no le hayas roto un brazo.

Mia estaba apunto de reír por el chiste bastante negro, eso hasta que recuerda que ella no ha nombrado su infancia, no siquiera le ha dicho quienes son sus padres. Su mente trabaja como máquina sintiendo la traición clavada en el pecho.

—¿Y tú cómo sabes de mi crianza?__ dice  alarmada deseando que sus sospechas sean falsas.

—¿Ah? yo. Yo no lo sé__ miente, viendo su error, metió la pata y bien hondo.

—Si sabes. Lo dijiste muy confiada, ahora dime cómo ¡puta madre tienes esa información!__se va alterando

— No creo que sea el lugar adecuado__mira la multitud de personas.

—¡Habla ya! ¡Me vale un cuerno en dónde estamos!__ grita enojada

—Ok, ok. Tranquila__ intenta calmarla en vano. Tiene miedo, se equivocó y sabe que será imposible mentirle a Mía. Solo le queda decir la verdad. Respira hondo recolectando valor, uno que no llega. Pero aún así con miedo se traga el pánico y habla__Se quién eres Mía, se todo sobre ti.

—¿Cómo?__ siente que se ahoga, su hipótesis cobrando sentido__¿Cómo sabes? ¿quién eres? ¿Te mando mi padre acaso?__ suelta eso que le da vueltas. Espera que la respuesta sea un no. El trato era que ella tuviera libertad, soledad, independencia.

—Algo así...__ suspira sabiendo que hasta ahí llegó la mentira. Una que no duró mucho, por cierto__ soy tu media hermana, producto de una infidelidad de tu padre__ los vocablos la abandonan y es como si una montaña se le quitará de los hombros.

—¿Qué mierda dices?__ reacciona pasando su mano por el cabello. Esta muy enojada y no se preocupa en esconderlo. Esas perlas azules brillan con furia.

Candice se aleja un paso esperando la explosión. Ella también la tuvo cuando se enteró hace unos meses. Vivir en una mentira no es agradable, sentir que fuiste traicionada. La enojo, enfureció tanto que se negó a socializar con su nueva familia. Eso hasta que supo que tenía una hermana, siempre fue hija única y esa noticia no le molesto. Esa es la razón de que Candice este ahí, las ganas de conocer a Mía.

—Tranquila. Me enteré hace poco, él me trajo aquí para que nos conociéramos, pasa que yo no llevo el apellido__ va explicando de a poco. El plan era que se lo dijera el señor Raven, pero nada salió bien.

—¿Y por qué yo no lo sabía y tú si?__ Interroga con la respiración acelerada, es como si su cerebro se apagará dejando que su corazón mandé, y este solo sienta rabia__Sabes que ... Olvídalo no quiero saber nada, aléjate de mi.

Se va de allí corriendo con lágrimas en los ojos.

—¡Mia!__grita, más le pierde entre la masa de gente

—Lo odio, que mierda de padre__ llora siendo empujada por varias personas.

Se escabulle rápido hasta la salida de la feria. Esta hecha un manojo de emociones, pero llora por el dolor de el engaño por parte de su padre, pero más por la que consideraba una amiga.La mentira le quema casi dejando sus pulmones sin aire, se ahoga y solo piensa en un lugar donde haya paz.
Coje un taxi y le pide que la lleve al San Angelo. El camino es bastante silencioso, cosa que no ayuda porque le hace pensar en muchas cosas. Su infancia, el presente, el miedo de lo que vendrá. El cerebro le juega sucio, trae escenas que desea olvídar. Esas noches en soledad deseando un abrazo que pudo tener, y ahora descubre que él se lo negó.