Capítulo 9: Atrapados?

30 11 2
                                    


El suspenso más la adrenalina de ser descubiertos los domina, el señor trae un rifle en la mano y no le gustan los rateros.

- Aless__Susurra

-Shuuu__ le pone un dedo en los labios.

-¡Stefan!__Grita una señora con delantal, como si fuera alguien divino. Llamando la atención del señor, los salva sin saberlo.__Deja las estupideces, y ven a comer.

-¡Ya voy, mujer!__Gruñendo groserías el señor da la vuelta alejándose por dónde vino__Mujer loca, mejor me hubiese quedado con la hermana__ dice antes de desaparecer en el bosque

Cuando están a salvó, Alessandro no aguanta la risa, rompiendo a reír a carcajadas.

-Pobre vida la de ese señor__ se burla entre risas. Mía lo acompaña riendo, hasta que nota algo__Mira, que por un pelo y estamos y en problemas. Eres una mala influencia, Mia.

-Aless__ lo detiene__me siento incómoda__Se mira__¿Podemos cambiarnos?

-¿Qué pasa? Yo te veo bien__se hace el loco

-Ando en ropa interior y enseña mucho...

-Ok, no quiero, pero está bien.

Se aleja.

-Gracias.

Empiezan ambos a vestirse.

- Lista y ¿ahora qué?

-Pues, me encantaría quedarme más tiempo. Pero mañana tengo cosas que hacer temprano__explica__Pero me vale verga, ¿ Tienes hambre?

-Si la verdad tengo mucha hambre__ sonríe. Este Alessandro es mucho mejor que él que ve todos los días, atento, relajado, detallista y hasta cariñoso. Esa es demasiada perfección, y algo en lo muy profundo de ella le advierte que no es así, él no es perfecto. Y teme que cuando salgan los errores, ella sea lastimada.

Vuelven por el mismo camino en silencio, hasta llegar a la moto. Se suben sin mediar palabra. La intensidad de lo hechos todavía los tiene en shock. Arranca escuchando el motor rugir. Maneja por las vías de París sin importar velocidad que usa.

-Alessandro.

-¿Si?

-No me dejaste manejar esta ves, pero en otra ocasión si será.

Va pensando en dónde llevarla, se nota que Mia es de una rica crianza. Pero él odia esos lugares, la pregunta es de ella se molestará si él la lleva a los lugares que frecuenta.

-De regreso al San Angelo, te lo prometo__ responde distraído.

Recuerda un sitio adecuado para la situación, se dirige allá. Puede ser que le guste, puede ser que no. Igual, eso es él y un Sinatra no cambia por nada.

-¿Podemos ir a comer hamburguesas o pizzas ?__ le dice con la esperanza que acepte

-Tengo el lugar perfecto.

La sonrisa que nace en él al saber que ella no es una simple niña caprichosa, supera muchas otras.

- Solo rezo para que mi padre no se entere__ dice con desagrado.

-¿ Tu padre?

- Sí, nunca puedo comer ese tipo de comida en su presencia por eso cuando no me ve como por dos__ se ríe y él también.

Para al frente de un restaurante, es de temática campestre. Mesas de madera al igual que las sillas, camareros en patines y música vaquera.

-Bueno, pues está es tu oportunidad. Aquí hacen la mejor hamburguesa del mundo__ La guía hacia adentro.

Principessa MíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora