Lo Que Esconde El Desierto

Nunca solos

Capítulo 14
Nunca solos
Abdelaziz

Después de darle una hermosa sorpresa a mi esposa y esa maratón de sexo que tuvimos mi hermano regresó del Líbano luego de reunirse con un cliente en potencia para la creación de un nuevo centro comercial en Beirut.

Estoy con mi hermano en nuestro despacho en el palacio haciendo negocios y gestionando todo lo que tenemos que hacer, mientras que Sammy y mi cuñada platican animadamente de todo un poco junto con su nana en el balcón de nuestro despacho que da la vista al jardín y al desierto, las tres parecen felices, todavía recuerdo la cara de Nadira cuando la vio, corrió y la abrazo, al parecer fue una parte importante de todos los amigos de ella.

Le agradezco tanto que haya estado en los momentos más difíciles de su vida, de protegerla y ser alguien que ella confiaba. Nunca será suficiente mis agradecimientos y ahora lo vuelve a hacer, es una señora muy agradable y se lleva de maravilla con Leyla mi cocinera, las cuatro se ponen a platicar junto con Jady y Samara ya le enseña algo de árabe para que pueda ser algo independiente aquí, aunque todos hablemos inglés.

Hoy viene a la casa uno de los líderes de mi religión en mi país, como es costumbre cada tanto tiempo el viene junto con un comité para reunirse con mi padre y conmigo ya que seré el heredero de todo este reino, no es fácil y la verdad es tedioso.

El en particular no es alguien de mi agrado, ni siquiera en mi boda fue invitado preferí a alguien más para que hiciera la ceremonia como lo dicta la tradición, siempre ha intentado que su hija se casara conmigo.

Una joven devota de su religión, de buena familia y muy tradicionalistas diez años menor que yo, ofrecimos a uno de mis hermanos menores pero el hombre solo me quiere a mi. mi padre me comenta que desde que él era príncipe estuvo al pendiente de ese tema pero mi padre nunca quiso estar con esa familia de ese modo.

No digo que sea fea pero es algo que nunca vi en mi vida ni en el presente ni el futuro, sus ojos tan negros como la noche al igual que su cabello y una piel extremadamente blanca es linda pero no tanto como para que quiera estar con ella. Sé que puedo tener más esposas pero la única con la que quiero compartir mi vida es con Samara.

Desde que la vi en un recital de su escuela cuando ella tenía siete años me bastó para que haya decidido que ella era la correcta, desde esa primera vez que la vi supe que ella era la única en mi vida, su ser emana tanta luz y tanta alegría y una sensación de calma que no la cambio por nada. Desde siempre he decidido que solo tendré una esposa y si me obligan a otra cosa que no sean mis lineamientos dejo mi cargo y mi padre ha estado de acuerdo con ello.

No se como vaya a reaccionar ese hombre y no me importa, es mi felicidad y todos amarán a Samara como reina y espero que ella no sienta incomodidad a la presencia de ese hombre y peor si trae a su hija.

No me agrada que vengan a mi casa, es incómodo sobre todo cuando el se siente el dueño de todo lo que hay y se atreve a tratar mal a mis empleados, muchas veces lo he reprendido que aquí los únicos que mandamos son mi padre y yo pero siempre termina haciendo lo mismo una y otra vez y no solo él su hija se atreve a levantarle la voz a mis propias hermanas y eso me enferma se hace la que no hace nada pero yo le creo más a mis hermanitas que a ella y en cuanto sea rey esas personas no pisarán mi casa y los alejare de mi familia.

Las veo y escucho que están hablando de hacer un pastel y de tan solo imaginar a mi mujer cocinando es tan erótico, ver crema de pastel en partes específicas hace que quiera apartarla y hacerla mía, pero tengo que saber manejar ese impulso por querer estar dentro de ella todo el día. Cuando me la lleve a la casa del desierto a la que fuimos hace algunas semanas no se la acabara. La llevaré al paraíso.