Louis Tomlinson con padres alfas pura sangre y tres hermanos, es el más pequeño y el primer hombre omega después 500 años.
Su manada decide darle la espalda ya que el ser un omega varón es una aberración por lo que al quedarse sin hogar y con las am...
"Así que aquí estoy, justo como siempre he deseado.
Estas aquí justo como en mis pensamientos, a mi lado.
Todos mis miedos se han ido, exactamente al mirarte suplicar mi presencia.
Ya no importa que tan cerca o lejos estemos.
Cuando te sientas solo.
Estaré aquí para protegerte.
Cuando te sientas solo.
Estaré aquí, aquí para ti, solo para ti.
Toda mi vida, y todo mi corazón.
Son tuyos, eres dueño de cada parte de mí.
Así que estoy aquí, en mi hogar, contigo.
Tú eres a quien he etiquetado como mi hogar.
—H.Styles."
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Año 1956
La madrugada seguía su curso, esta no había parado, los minutos y las horas seguían pasando. Los cuerpos de Harry y Louis no podían separarse, y aunque quisieran, sus almas ahora eran una sola después de tanto tiempo.
Todo parecía tan irreal.
Louis no podía creer nada de lo que estaba pasando.
Harry, su ángel.
Estaba ahí, con él.
Las palabras no salían, y la idea descabellada de pellizcarse para ver si era real no se iba.
En cambio, Harry por fin se sentía en paz, había esperado tanto tiempo para esto. Escuchaba constantemente el parloteo del omega en su mente, diciendo que era un simple sueño. Eso lo hizo sonreír.
Louis sabía que ya era tiempo, todo buen inicio, tiene su fin, sabía que pronto tenía que terminar aquel abrazo que lo hacía sentir tan protegido, tenía que ir a casa, donde su familia lo esperaba. Aun así, quería ser egoísta, no quería que ese momento tan esperado terminara.
Pero sabía que solo era cuestión de horas para que empezara a amanecer, y él tendría que estar en su cama en espera de su madre, como cada año.
La misma rutina de cada año.
Pero tenía tanto miedo de que esta fuera la última vez que lo viera, que lo sintiera.
—Ya no más cachorro —Lo escucha susurrar, haciendo que se estremezca, y las ganas de llorar vuelvan—. Aquí estaré cada que lo necesites, ya no me ocultare más.
Louis se separa para mirarlo debidamente, ahora de cerca notaba que sus ojos eran un color jade intenso que llegaban a resaltar más por lo pálida que era su piel. Los rulos que recordaba en su cabello ya no estaban más, ahora era corto, y pulcramente peinado hacia tras.
