El comienzo

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Voy a presentarme me llamo Adriel, tengo 22 años aunque la edad no importa solo vengo a contar cómo acabe enamorándome de alguien que no esperaba aquí comienza mi historia.
Oí el sonido de mi móvil, me voy ha costado bastante tarde porque trabajaba en un bar en turno de tarde entonces me tenía que quedar hasta el cierre y eso sería como las 5 o 6 de la mañana, pero no me importaba me había acostumbrado a eso ya que llevaba trabajando allí desde los 17.
Abrir los ojos lentamente, entonces vi quien me llamaba, era Sara mi mejor amiga en realidad la única amiga que tenía porque para mí las mujeres era algo para acostarme con ellas y después si te he visto no me acuerdo, si, podía parecer un insensible pero la verdad no quiere tener nunca una relación no quería que los sentimientos se interviniera porque eso conlleva va a tener que sentir, y la verdad no quería sentir nada.
Cogí el teléfono con una mano y recibí la llamada.
-¿Qué quieres pequeña? -la llamaba así básicamente porque era muy bajita y porque era mi niña era la única mujer quiero pensaba sexualmente de ella la respetaba infinitamente- me acosté tarde ayer y tengo mucho sueño.
La oí y reír desde el otro lado, veréis ella tenía una risa muy fuerte era muy escandalosa pero era una de las cosas que más me gusta de ella aparte de su pelo rosa claro siempre lo llevaba así era estrafalaria pero eso lo hacía especial.
-Lo siento sé que te acostaste ayer tarde, pero ¿recuerdas lo que me prometiste la semana pasada?
Me quedé pensando por un momento, no es que tuviera mala memoria pero tuve que esperarme un poco hasta que mi cabeza hizo click y recordé lo que le había prometido, m***** ¿quién me mandaría a mí el prometerle eso?
-Adriel, ¿Te has acordado ya?
-Si, te prometí que te llevaría ese bar nuevo que han abierto.
-Exacto, así que solo llevamos para confirmartelo, por qué me vas a llevar ¿verdad?
-Si, no te preocupes voy a llevarte ahora ¿me dejas seguir durmiendo?
-Esta bien, llámame para la hora te quiero, te adoro y que sueñes con los angelitos.
-Yo también te quiero.
Cuando colgué sonreí no solía decir te quiero muchas veces, pero realmente ella me obligaba a decírselo, nunca decía lo que sentía siempre he ocultado mis sentimientos a todo el mundo tal vez porque tengo miedo de expresar lo que siento porque en el pasado me hicieron ser así, para un simple te quiero o una simple sonrisa me costaba mucho pero con Sara era muy fácil ella me lo había hecho fácil.
Solté el móvil en la mesita y volví a cerrar los ojos necesita volver a caer en sueño de Morfeo.
Terminé de arreglarme para ir a ese bar con Sara, no es que fuera alguien muy coqueto la verdad en realidad mi estilo de calle siempre había sido el chándal adoraba las sudaderas tenía como 100 sudaderas distintas en realidad Sarara siempre me regala para mi cumpleaños una sudadera, un chándal o unos deportes pero era verdad que cuando salíamos me gustaba arreglarme un poco más y ¿que escogía? camisa y pantalón algo cómodo porque no sabía cómo iba a terminar la noche claro.
El taxi me dejo en la puerta,  tenía coche pero sabía que iba a beber así que prefería no arriesgarme y tener un accidente.
Sara aún no había llegado así que cogí mi movil para enviarle un mensaje justamente cuando una voz que resonó en mi cabeza hizo que mirar hacia en frente.
-Perdona, estás en la puerta ¿podías moverte un poquito para el lado?
Sus ojos los cuales no pudia ver muy bien porque estaba oscuro me miraron fijamente no entendí por qué pero algo se movió dentro de mí, era un chico, un chico normal bueno normal media casi dos metros pero era un chico, no era una chica no tenía t**** no podía gustarme pero entonces ¿por qué lo estaba mirando embobado? Adriel despierta.
-Si, perdona estaba distraído mirando el móvil -una enorme sonrisa apareció en sus labios, vaya qué bonita sonrisa y esos dientes blancos perfectos, los cuales no tenía que estar mirando pero ahí estaba sin moverme y mirándolo como un idiota hasta que la voz deseada me hizo despertar.
-Adriel, hola estoy hablando -mire a Sara y me di cuenta de que el chico ya no estaba pero ¿cuando me había quedado tan pillado? Sara me miraba sin comprender nada yo solo le sonreí?
-Perdona Sara me había quedado algo distraído te iba a enviar un mensaje pero ya que estás aquí, ¿entramos?
Sara me sonrío y asintió pero yo aún pensaba en aquel chico, yo era heterosexual siempre lo había sido nunca un chico me había traído jamás, no es que no podría decir ¡Vaya qué chico más guapo! porque no tenía la masculinidad tan frágil pero de aquella manera aquella manera de que algo se había movido dentro de mí jamás me había pasado ¿que iba a hacer si me lo volví a encontrar?
Bueno aquí está el primer capítulo de mi historia va a ser una historia corta porque no quiero aburrir espero que quien esté leyendo esto le guste se enamore de los personajes como me enamorado yo y espero dar todo de mí en esta microhistoria y espero que os enamores de Adriel y Fabián.

Entre tus manosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora