Tomioka Giyu

38.6K 1.2K 445
                                    

Perfección

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Perfección

❝—Tu eres mi perfección, una seria, tosca, amarga e insegura perfección.❞

❞

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Tomioka miró de recelo al joven Kamado que se encontraba con una bella chica ayudándole a blandir su espada, sus ojos azules como el mar profundo viajaban como las marejadas turbulentas en cada movimiento que hacían el dúo de espadachines, sus ojo...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Tomioka miró de recelo al joven Kamado que se encontraba con una bella chica ayudándole a blandir su espada, sus ojos azules como el mar profundo viajaban como las marejadas turbulentas en cada movimiento que hacían el dúo de espadachines, sus ojos se afilaron cual navajas al ver como la cabeza del joven Tanjiro caía casi bajo los pechos féminos de la mujer que se encontraba entrenándolo.

El mango de la espada fue apretado fuertemente y sus ojos no se despegaron de como ambos jóvenes se reían levemente sonrojados, no entendía el porque la sangre se le subía a la cabeza y no entendía porque sus manos picaban por blandir su espada contra el joven al cual una vez le perdonó la vida junto a su hermana.

Los labios melocotón de la mujer fueron depositados suavemente sobre la frente del menor el cual se sonrojó por la cercanía de la mujer y siguió entrenando bajo su tutela, él sabia que la joven chica tenía cierta relación con el joven pilar que les había perdonado la vida a él y a su hermana, jugándosela él mismo por ellos.

Tanjiro sonrió dulcemente al escuchar hablar a la mujer sobre su enamorado, él se sentía en paz de que su maestra estuviera en tan buenas manos como lo eran las del pilar, por el aroma de ambos cada vez los vio juntos se dio cuenta que había cambiado, era un olor dulce y agradable, reconfortante.

Shinobu miró como los dos espadachines sonreían abiertamente y como la chica parecía estar metida en su mundo con un tierno sonrojo en sus mejillas a la vez que hablaba con el joven demon Slayer, entonces sonrió maldadosamente al ver a la distancia a la pareja de la chica, entonces se acercó.

—Vaya Tomioka-san, creo que si Tanjiro-kun se sigue juntando con Yūzā-chan terminarás perdiéndola —canturreó burlonamente—. Ella se ve muy cómoda con él.

—... —él no respondió nada, pero apretó fuertemente la empuñadura de su espada.

Sus nudillos estaban blancos y su rostro seguía tan neutral y monótono como siempre, pcultando la tormenta interna en la cual estaba sumergido.

—Quizás incluso se enamoren, tampoco es tan grande la diferencia de edades —siguió la mujer sonriendo con calma, alargando la "a" de "tan", como le encantaba burlarse del pilar más apartado—. Piensa que Tanjiro tiene quince y ella veintiún años, solo seis años que para muchos no son nada. Bueno adiós Tomioka-san, que tengas un buen día —rio entre dientes.

—Tch... —apartó su mirada del lugar en donde estaba la mujer y el joven para adentrarse en la casona, prefería recibir alguna misión que seguir viendo la escena de Tanjiro con Yūzā.

Pareciendo que los dioses no estaban de su lado, se encontró con otros pilares en rumbo a una misión, pero varios intencional o sin darse cuenta se burlaron de como ella estaba más cómoda con el joven cazador de demonios que con el pilar, no lo entendía, ¿Por qué todos tenían misiones menos él? Le parecía una injusticia que tuviera que seguir viendo las escenas de Tanjiro y Yūzā, tampoco quería escuchar las burlas de los pilares a su persona o los cuchicheos que se habían formado de los demons Slayer sobre Tanjiro y Yūzā.

Estaba fastidiado, tanto que ni siquiera le prestó atención a la mujer cuando ella le saludó ni cuando esta intentó acercarse y él se alejaba, no fue hasta entrada la noche en donde la mujer le enfrentó, acorralándolo en su habitación compartida y cerrando la puerta con pestillo.

—¡Tomioka Giyu, dime la razón de la cual me ignoras! ¡Me has estado evitando durante todo el día! ¿Hice algo que te molestara? ¿Te dije algo que no te gustara? —preguntó desesperada.

—... —él ni se dignó a verla, pero todo cambió cuando escuchó un suave sollozo escapar de los labios de la mujer, sus ojos la vieron preocupados.

—¿Acaso... ya no me amas? —preguntó con un hilo de voz— ¿Acaso... ya no soy suficiente? S-si... si quieres cortar la relación solo hazlo, p-pero... ¡Pero no me dejes sufriendo así! ¡Dime que sucedió! —lloró la chica y él sintió su corazón apretado.

—... —Giyu no sabía que hacer en ese momento, se encontraba perdido y desorientado, como un cachorro perdido en una ciudad lluviosa, bulliciosa y desconocida.

—T-tal vez no sea la mejor mujer... ni tenga los mejores atributos, también que sea un poco torpe y despistada... glotona y demás... pero yo te amo Giyu y no sé que te está sucediendo hoy, ni ayer, ni esta semana por completo —lloró la chica.

—... —Tomioka la miró fijamente y suspiró abrazándola y estrechándola contra sus fornidos brazos, cerrando sus ojos fuertemente y apoyando su cabeza contra la de la mujer, él también la amaba, pero tenía miedo, tenía un miedo irracional a perderla, él no se creía digno de tener a la chica más bella que haya conocido en su vida, sí, no era la más bonita ni la mejor en todo, pero él la amaba con virtudes y "defectos".

—G-Giyu... ¿Qué sucede? ¿Por qué me has evitado tanto tiempo? —preguntó amargamente, aferrándose a la ropa del hombre.

—Yūzā... tú... ¿Tú crees que soy suficiente para ti? —preguntó tembloroso y miedoso por la respuesta.

—No... tu eres mucho más que suficiente —habló la mujer y le miró, juntó ambas frentes y sus narices chocaron—. Tu eres mi perfección, una seria, tosca, amarga e insegura perfección.

—¿Aún si no soy cariñoso, demostrativo ni lo suficientemente fuerte...? —cuestionó.

—Mi perfección es cariñosa a su manera, demostrativo en cada mañana con sus ojos iluminados por verme y tan fuerte como para aniquilar todo demonio que se le cruce en el camino sin recibir rasguños —sonrió la chica.

—Aún si no soy... ¿Cómo Tanjiro? —preguntó apagado, mirando a otro lado.

—¿Estabas celoso? —preguntó ella impresionada, entonces sonrió tiernamente— Claro que no me importa si no eres como Tanjiro, prefiero mi dulce calma que un huracán de huesos rotos —rio la chica y él soltó una leve risita.

—Te amo —murmuró y besó a la chica, cuando se separaron la mujer sonrió y le dio un casto beso.

—Yo también —respondió dándole otro piquito antes de guiarlo a la cama—. Vamos a dormir, mi perfección. Mañana será un día ajetreado.

 Mañana será un día ajetreado

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
One-short Kimetsu no YaibaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora