Parte 214: Un confidente

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Tommy había tenido un extraño encuentro con una especie de lechuza que ya le había hablado en el pasado... en más de un sentido.

Relacionado con las voces que hablaban a su padre, el gorrión se lo comentó a la gata y ambos optaron por ir a la funeraria.

"Buenas tardes, señor Schlicknost"

"Lo serán para ti..."

"¿Le pillamos en mal momento?"

"Me duele un poco la garganta, quizás me esté acatarrando"

"Oh, vaya, quizás debería intentar..."

"¡Tommy! ¡Déjate de cordialidades!" - le gritó Ankha

"Así que también viene la gata chillona"

"¡Yo no chillo!"

"Señor Schlicknost, hemos venido a hablar de usted de un tema algo delicado..."

"¿Se ha muerto alguien?"

"Pues... no..."

"¿Por qué siempre nos pregunta eso?"

"No sé, tal vez porque esto es una funeraria" - dijo algo molesta

"Veo su punto..."

"No, no es un por un fallecimiento"

El buitre suspiró algo agobiado y les dejó pasar, a ver de qué se trataba esta vez. No le era muy agradable tener tanta visita.

"¿Qué es lo que ocurre?"

"Verá, cuando viajamos al pasado descubrimos que mi padre oía voces..."

"¿Voces?"

"Sí, voces... de fantasmas..."

"........"

"Y ahora... en el presente... yo también las estoy escuchando"

"Y también las ve"

"Y también las veo... o lo veo"

"........"

"¿Señor Schlicknost?"

Lo primero que pensó el buitre era si la demencia era hereditaria.

Quizás el shock de saber lo de su padre le volvió un poco loco... pero luego recordó lo ocurrido con Frederick Krueger, la mina maldita, Soponcio...

"¿Y por qué habéis acudido a mi?"

"Pensamos que quizás podría saber algo"

"Quitando vuestro viajecito, no estoy muy al tanto de qué ocurre por aquí"

"¿Entonces no puede ayudarnos?"

"No, solo soy un enterrador"

"Eso... es un buen punto, realmente"

"La pantera pitonisa o el espíritu ese del Halloween seguro que puede ofreceros más ayuda que yo" - admitió el buitre

"Gracias por el consejo..."

Ankha parecía disgustada por la poca importancia que ese ave parecía dar a toda esta situación. Aunque no había visto las cosas que ellos.

"Entonces... decís que esas voces estaban en el pasado, ¿no?"

"Sí, efectivamente"

"¿Y hasta ahora no las habíais oído?"

"Así es"

"Y estás muy seguro de que es un fantasma"

"No es el primer fantasma que veo, ciertamente"

Este niño era muy raro bajo la vista de Schlicknost. Pero prefirió no ahondar en el tema, lo que le faltaba era saber cuantos fantasmas le rondaban.

"¿Y si ese fantasma..."

"Creo que son más de uno"

"Vale, ¿y si esos fantasmas te han seguido?"

"Se... ¿seguido?"

"Sí, de lo contrario me parecería muy raro que apareciesen de la nada"

"Oh... vaya..."

Esa era una posibilidad que no se le había ocurrido en absoluto.

"Quizás deberías hablar con la calabaza esa rara..."

"¿Con Soponcio?"

"Hasta donde tengo entendido no es normal que una persona vea fantasmas"

"Maldición..." - se quejó Ankha - "Mira que recurrir otra vez a ese tipo..."

"Pero no sabemos dónde se encuentra"

"Pues decidcelo a la pantera, era amiga de ese rarito"

"Eso complicaría todo aún más..."

La gata se cruzó de brazos intentando pensar en alguna forma de solucionar esto...

"Vale, se supone que en el ayuntamiento debe de haber una dirección para contactarle... un registro, ¿no?"

"En principio sí"

"Pide la dirección y envíale una carta"

"Vale... ¿y qué hago mientras con esos tipos?"

"No les prestes atención, intenta distraerte con alguna cosa"

Por lo general los adolescentes trataban con problemas tontos o con las hormonas.

Pero el buitre no entendía cómo es que estos se veían involucrados con pesadillas, viajes en el tiempo o fantasmas...

Animal Crossing: Fanfic Edition Vol.2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora