Sentimientos entre líneas

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Lujosa ropa se mostraba en los maniquíes y aparadores de Sheer Love, finas telas, accesorios encantadores, zapatos hechos a la medida y elevados precios convergían en este ostentoso local del centro de Leiden .

— Dado el caso lo que más le conviene es este vestido de manga larga y hombros cubiertos, su encanto radica en el escote de la espalda, que llega un poco más arriba del nacimiento de los glúteos, no cualquier figura puede usarlo, la tela es suelta y se ajustará lo necesario a sus curvas sin ser descarado...  Bueno esa es mi opinión profesional, si me hubieran comentado antes de... su condición, sería lo primero que les hubiera recomendado ¿Qué les parece señoritas? —

Aunque a Elanesse Bougainvillea no le pareció para nada el comentario de la empleada que las atendía, la manera despectiva en que lo dijo, ni la forma en que había mirado a su cuñada al pronunciar "su condición",  no planeaba arruinar el momento, ya después lo discutiría en la gerencia, sin la presencia de la principal implicada, a quien sabía perfectamente que no le importaban aquella clase de comentarios, aún así,  el respeto y el tacto en ese tipo de situaciones era importante, y lo mínimo que esperaba de una tienda tan exclusiva era el buen trato y cordialidad para con los clientes.

Elanesse carraspeo para llamar la atención de la empleada y después de dedicarle una mirada amenazadora que fue perfectamente entendida por la chica prosiguió.  — Opino lo mismo, de todas las opciones que nos has mostrado éste vestido parece el más indicado  ¿Qué te parece Violet ? ¿Te lo pruebas ? — Dijo entusiasta . 

— De acuerdo , espero sea el último - contestó Violet sin muchos ánimos- acostumbrada a su habitual vestido blanco, botas marrones y saco color azul prusia el resto de su imagen corría por cuenta de se madre, así que no estaba segura qué elegir y probarse tanta ropa comenzaba a fastidiarle  .

— Sería bueno que ustedes también eligieran algún vestido para la ocasión. – comentó Elanesse a sus otras acompañantes, Cattleya y Lux Sibil, quienes se encontraban cómodamente sentadas en el terciopelo de la hermosa sala de espera de Sheer Love, disfrutando de una copa que venía incluida en el servicio al cliente. 

— ¡ Oh no señorita Elanesse! Se apresuró a responder Lux, — Los precios de este lugar exceden mi presupuesto, además no creo que sea correcto ir a una fiesta cuya anfitriona no nos conoce, no es de buen gusto, no quisiera avergonzar a Violet. —

— Tonterías, ustedes son mis invitadas , mamá estará encantada de conocerlas.—

— Lux tu eres la personificación de la propiedad y buenos modales, todo lo contrario a lo que predices, podría suceder que nosotras te avergoncemos a ti. — intervino Cattleya divertida por la preocupación de su amiga.  — No te preocupes Elanesse, iremos, yo me encargo de eso.— 

—¡Vámonos chicas, pruébense algo, aunque no lo lleven, será divertido! Dijo Elanesse. Sus acompañantes un poco aburridas de esperar accedieron y comenzaron a deambular por el local.

Cattleya quien gustaba de observabar toda clase de situaciones prefirió regresar a su asiento y no dejar pasar la oportunidad de mirar a Lux, la manera en que ésta se desenvolvía en aquel sitio,  su forma de ver y tomar las prendas, la manera de hablar con soltura de las telas, los cortes y lo que debería utilizarse en cada ocasión, su conocimiento de la morfología de las mujeres e incluso de la calidad del vino que estaban tomando la dejó impresionada. Al probarse un vestido quedó impactada con el porte de la chica, con él se veía muy distinta a la Lux que conoció cuando Violet la trajo consigo, esa debía ser la apariencia diaria de su antigua vida, aquella en la cuál se suponía era la reencarnación de una diosa. Tenía que reconocer que Lux era tan amable, tan dulce y poseía un porte tan elegante que era lógico pensar que era una divinidad en la tierra, además así la habían educado, pese a ello nunca mostró sentirse superior a la gente que la rodeaba, de hecho era todo lo contrario.