"Las Auto Memory Doll o Dolls, como suele llamárseles comúnmente, son mujeres amanuenses puestas a la disposición de un cliente por medio de un contrato. Originalmente las Dolls eran muñecas autómatas cuyo único propósito era escribir por otros; sin embargo, la popularidad de estas fue tanta y su accesibilidad tan complicada que pronto se desarrolló un oficio, convirtiendo a las Dolls en humanas capacitadas no sólo para escribir por otros sino y sobre todo, para poder expresar los verdaderos sentimientos de las personas a través de las palabras."
– ¡Una Doll, eso es lo que necesito! –
Después de mucho investigar sobre el tema, Elanesse Bougainvillea llegó a la conclusión de que la mejor opción para solucionar su problema era contratar los servicios de una experta amanuense, si bien la popularidad en aumento de su nueva cuñada la tentaba, era más grande su vergüenza, y mantener el pudor en una familia tan importante como la suya era primordial, por lo que su elección se dirigió a la Doll mejor conocida por ser una experta en los temas del amor: Cattleya Boudelaire.
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"Querido padre
Esta es la última carta que te escribo, duele saber que tu orgullo no permite que nos reencontremos, te he ofrecido disculpas no sé cuántas veces y he tratado de redimirme por mis acciones pasadas, todo ha sido en vano. No puedo hacer más, padre, es momento de cerrar un ciclo, no volveré a buscarte.
Mi ayuda te seguirá llegando, eres libre de tomarla o seguir por tu cuenta.
Gracias por tanto.
Darius."
– Concisa... Justo como debe ser. – Dijo un hombre después de varios minutos de haber escuchado sus sentimientos traducidos en una carta, conteniendo las lágrimas en sus ojos.
– Lo siento mucho Darius – dijo la joven amanuense con gesto preocupado y sinceramente apenada por el contenido y significado de la carta recién escrita.
– No se sienta mal por mi señorita. Soy yo quien se siente avergonzado pues a lo largo de estos meses se ha enterado de mis problemas familiares, debe pensar que soy un desastre. –
– No hay de qué avergonzarse. Lo importante es que esté tranquilo con la decisión que ha tomado, aunque suene trillado lo que voy a decirle no deja de ser cierto, sólo tenemos una vida y merecemos ser felices, no valen la pena los arrepentimientos. –
El hombre frente a ella contuvo la respiración, – Supongo – dijo Darius en un suspiro cansado,
– A seguir adelante... Gracias señorita Cattleya. –- Gracias a usted..¡Ánimo! –
Darius le dedicó media sonrisa a Cattleya y salió de su oficina, había ido al servicio postal CH para que ella escribiera una última carta a su padre, su despedida.
Si bien Cattleya se especializaba en redactar temas concernientes al amor, también le tocaba atender otro tipo de trabajos: creación de expedientes, requerimientos, registros de documentación, bases de datos, transcripciones etc., en el plano sentimental solía escribir cartas de disculpa, confesiones, memorias y despedidas, entre otros. Por regla general las personas que buscaban ayuda para poder escribir este tipo de cartas no se dirigían a ella con especial intención, es decir, no la buscaban a propósito por su excelente reputación y buenas referencias, como pasaba con los que buscaban transmitir sus sentimientos de amor, sino que les tocaba al azar, cuestiones del destino dirían algunos, pero todas y cada una de ellas quedaba satisfecha con su trabajo, llegando incluso a crear un vínculo afectivo con ella, ese era el caso de Darius.
Los problemas de Darius con su progenitor se podrían resumir en el rechazo absoluto de éste por considerar a Darius un traidor al no unirse al ejército, llegando incluso a desconocerlo. Para su padre el hecho que su único hijo no se uniera a la milicia en un país en constante guerra y en una familia con tradición militar significaba la decepción más grande, por lo que decidió cortar sus lazos con él definitivamente.
– Gajes del oficio – pensó Cattleya. Por lo menos ese hombre tenía la suerte de poder escribir a su padre, en cambio ella... ¿Qué podría decirle al suyo si lo tuviera enfrente? ¿Cómo podría disculparse?
Sus pensamientos fueron interrumpidos por su compañera en turno.
– ¿Te encuentras bien Cattleya? Te noto distraída. – preguntó la chica mientras le acercaba un café.
– Un poco, es algo tedioso no salir, todas las misiones importantes las tiene Violet, a decir verdad, me siento algo celosa. –
– Pensé que querías quedarte para pasar más tiempo al lado del jefe, además después del incidente del tren parece justo que todos tengamos un poco de tranquilidad. –
– Lo sé, es solo que... –
Los pensamientos de Cattleya rememoraron el día en que con total convicción corrió al campo de batalla para ayudar a su amiga Violet, quien se encontraba a bordo del tren intercontinental "Femme Fatale", el cual había sido secuestrado.
Fue justo después del incidente del tren que las cosas con Hodgins comenzaron a cambiar, de a poco se volvieron más distantes, más frías, no importaban sus esfuerzos, de nuevo se veía al espejo y se preguntaba ¿Por qué?
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Sentimientos entre líneas
FanficDespués de que Violet Evergarden encuentra su lugar con Gilbert Bougainvillea, su amiga y compañera amanuense Cattleya Boudelaire se pregunta si ella podrá encontrar el suyo al lado del hombre que ama; sin embargo, la vida le tiene preparada una so...