—¿Entonces es por eso que no lo soportas?— preguntó Cattleya.—En realidad son varios los motivos.— dramatizó Dietfried. — ¡No que va! De hecho no es que no lo soporte, sólo me parece entretenido provocarlo, para mi sigue siendo un mocoso igual que Gilbert. Pero es cierto que siempre lo he considerado una molestia, cuando jóvenes solía encontrarlo en mi casa cuando regresaba de servicio, coincidimos en varias ocasiones durante nuestros descansos, yo quería pasar tiempo con mi hermano y él siempre estaba ahí, verdaderamente inoportuno, un estorbo en realidad.—
Cattleya sonrió, aquello le parecía infantil pero dulce al mismo tiempo —Eres todo un caso Dietfried, Hodgins siempre ha sido un gran apoyo para tu hermano, para prácticamente todo el que lo conoce de hecho, es un gran hombre.— Y suspirando prosiguió —Pero debo admitir que yo también he disfrutado de molestarlo— dijo con cierta culpa.
—¡Pero claro! Lo recuerdo perfectamente, como cuando te vengaste de él por dejarte plantada y decidiste venir conmigo, haciéndole tremendo berrinche. ¿No te da vergüenza hacer eso a tu edad? Lo peor de todo fue la actitud de él, completamente descolocado. —
Cattleya estallo en una sonora carcajada, aquello no podía ser más certero.
— ¡Cuánto lo siento! — decía sin poder parar de reír, — Es que soy muy visceral y estaba realmente molesta, tu estabas ahí, bastante dispuesto si me permites decirlo, no pude evitarlo.—
— ¿Cómo es que los hombres y aceptan ese tipo de comportamiento? Jamás permitiría me hicieran una escena de ese tipo.— contestó Dietfried molesto de sólo pensar ser partícipe de algo que consideraba absurdo y ridículo.
Y como si de una buena broma se tratase Cattleya comenzó a reír de nuevo ante la mirada de extrañeza del hombre.
—¿Qué es tan gracioso?— preguntó Dietfried.
—¿Acaso no te diste cuenta? ¡Yo también te hice un berrinche a ti! En aquella situación que te pareció tan bochornosa, la cual aseguras que jamás permitirías en tu vida y en la que por cierto estuviste bastante involucrado , YO TE HICE UN BERRINCHE—
Dietfried con total incredulidad trato de rememorar los pocos minutos que habían pasado juntos y recordó incidente en el coche.
— Tu ya habías notado que estabas cerca de tu casa ¿No es cierto?, por eso pediste bajar, y aún así hiciste todo ese teatrito de quedarte "en medio de la nada y que eso no sería de mi incumbencia."—
— ¡Sí! ,¡ Y tú caíste redondito, incluso me diste réplica, todo un sermón para ser exactos! Cattleya no podía dejar de reír, incluso comenzaba a abrazar su estómago por el dolor causado por las contracciones de sus carcajadas, y su risa se contagió a Dietfried.
— ¡Yo le hice un berrinche a Dietfried Bougainvillea!— estalló con lágrimas en los ojos.
Poco a poco el rostro adusto de Dietfried se fue relajando hasta curvar los labios en una sonrisa , misma que después dio paso a una risa en tono grave.
—Tengo que reconocer que es la primera vez que caigo en un juego como ese.— admitió, —Ha decir verdad ni siquiera me di cuenta. Eres bastante astuta.—
— Por cierto— intervino Cattleya más recuperada, — Tengo tu abrigo, me fue muy útil ese día, debo devolvértelo, lo tengo en casa.—
— ¿Esa es una nueva invitación a la cual "no podré resistirme"? — preguntó Dietfried con sarcasmo.
— ¡Lo siento cariño, perdiste tu oportunidad!—contestó Cattleya mientras le guiñaba un ojo.
—Este tiempo en tierra no ha sido tan malo después de todo— pensó Dietfried.
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Sentimientos entre líneas
FanfictionDespués de que Violet Evergarden encuentra su lugar con Gilbert Bougainvillea, su amiga y compañera amanuense Cattleya Boudelaire se pregunta si ella podrá encontrar el suyo al lado del hombre que ama; sin embargo, la vida le tiene preparada una so...