Reconociendo el terreno

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Capítulo dedicado a user31722029

En las calles solitarias de Leiden, a altas horas de la noche, una figura masculina caminaba con aire derrotado hacia su lugar de trabajo.

Horas atrás, en un conocido café de la ciudad, Claudia Hodgins había tenido un importante encuentro con Dietfreid Bougainvillea, capitán de la marina de Leidenschaftlich y hermano mayor de su mejor amigo Gilbert,  el objetivo de su reunión era tratar asuntos importantes en los que Hodgins había accedido apoyar a través de su empresa, pero un inesperado encuentro con una de las mejores amanuences con las que contaba le dio un giro inesperado a la situación. 

— ¿En qué momento pasó esto ? — Se preguntaba Hodgins mientras trataba de meter sin éxito una llave en la cerradura de la puerta de su edificio de oficinas, siendo recibo por una severa advertencia desde adentro.

— ¡Este edificio está protegido por perros de seguridad, así que le advierto que lo piense muy bien antes de forzar la puerta, los soltaré sin dudarlo antes siquiera de llamar a la policía! —

— Hodgins curvó la boca en una sonrisa sincera,  se alegró de tener a alguien velando por la seguridad de una de sus posesiones más valiosas en su ausencia.

—¡Soy yo pequeña Lux! —

— ¡ Dios mío cuánto lo siento ! —, dijo una peculiar voz del otro lado de la puerta mientras se apresuraba en abrirla por dentro.

Al entrar a su edificio lo primero que vio fue  a su secretaria Lux Sibil en pijama y con un gran chal encima. 

—¡ Buenas noches pequeña! –  saludó cansado,  – No te preocupes, es raro que yo esté aquí a estás horas de la noche, al parecer estaba usando el juego de llaves equivocado, así que entiendo que hayas pensado que era un delincuente, te agradezco que estés al pendiente, — dijo Hodgins mientras se abría paso a su oficina. —Por cierto, contestaste muy rápido, ¿Qué hacías cerca de la puerta? ¿Por qué no estabas en tu habitación? —

— Estaba por subir a ella — contestó Lux,  —Pero ciertamente estaba esperando que alguien llegara, como no sucedía decidí ir a descansar, fue en ese momento que usted llegó.—

— ¿Y a quién esperabas tan tarde Lux?—  preguntó Hodgins mientras se quitaba el saco y lo acomodaba en el perchero, preocupado porque Lux pudiera meter a alguien peligroso estando sola.

— A la señorita Cattleya, ella estuvo aquí antes y no dejó de tocar hasta que abrí la puerta, entró rápidamente a su oficina y me mandó a mi habitación, dijo que no debía bajar bajo ninguna circunstancia, a menos que quisiera quedar traumada, se veía bastante ansiosa, después de más de dos horas escuché un portazo, traté de alcanzarla para preguntar si volvería, para esperarla y poder abrirle de nuevo, pero no me respondió, quizá no me escuchó, llevaba mucha prisa. —

Hodgins sintió caer el peso de sus actos sobre sus hombros y se sintió realmente apenado con Lux y con Cattleya, ¿En qué estaba pensando cuándo sugirió a la segunda esperarlo en su oficina?, sabía perfectamente que Lux vivía en el lugar, ese había sido un acto sumamente imprudente y egoísta.

— Pensé que se había olvidado de algo importante y por eso la premura para entrar, pero cuando se dirigió a su oficina y me mandó a no bajar se me ocurrió que se trataba de algo relacionado con el trabajo de la vez anterior, y que por eso ella se presentaba aquí en domingo, para que nadie la descubriera, así que cuando salió sin decir nada decidí esperar su regreso.— explicó Lux.

Sentimientos entre líneasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora