Información inesperada

169 10 9
                                    

Hermosos y delicados dedos golpeaban uno por uno la mesa del comedor haciendo un sonido rítmico,  pulgar, índice , medio , anular y meñique caían en ese orden y repetidamente sobre la madera, con nieve cayendo en el exterior y envuelta en un lujoso abrigo de hombre, Cattleya Boudelaire pensaba detenidamente en la información recién adquirida y en cuál debía ser la mejor manera de proceder ante los hechos.

– ¿Cómo debo ligar todo esto?– se preguntaba, – ¿Debería alarmarme?, ¿Debería intervenir?–...  –¡Estúpido Hodgins, siempre preocupándome!–

Días antes Cattleya había tenido un apasionado encuentro con Claudia Hodgins, al terminar de amarse, mientras esté se encontraba recostado sobre su pecho,  habló de un tema desconocido para ella, sin duda alguna embriagado por las emociones y sensaciones acabadas de vivir. 

—Tengo muchos problemas sabes, pensé que al fundar mi compañia sólo sería un intermediario en la vida de las personas, que jamás me vería implicado de nuevo – y después de un largo suspiro prosiguió  — Este peso sobre mis hombros, pensé que jamás volvería a sentirlo. –

Cattleya no tenía idea de a qué se refería,  pero siguiendo el hilo de la conversación respondió con algo de sarcasmo. 

– Si es tan pesado, deberías soltarlo– dijo mientras acariciaba sus rojizos cabellos.

— Ojalá pudiera hacer eso, ojalá pudiera desprenderme tan fácilmente... pero no puedo — , mencionó Hodgins pesadamente mientras miraba hacia el techo, disfrutando de los cariños recibidos.

 — Lo sé – respondió ella con una sonrisa en los labios,  — Si hicieras eso no serías tú, por lo que sólo puedo aconsejarte que termines lo que empezaste, tal parece que es tarde para sentir dudas o arrepentimientos, es momento de actuar en consecuencia. —

Hodgins río por lo bajo   — ¡Vaya que me conoces! – 

— Eso que te preocupa tanto... Debió haber sido muy importante para que aceptaras hacerlo, aún sabiendo que podrías quedar más implicado de lo que parecía en un principio –  soltó Cattleya, haciendo dicho comentario como para evaluar la situación.

— Pudiera ser también que pareciera fácil y de a poco se hizo complejo, más de lo que esperabas. –

— ¿Como dices ? –  reaccionó Hodgins, dándose cuenta por primera vez del error que había cometido.

— Digo que los problemas que tienes son consecuencia de no haber calculado bien la situación y por ende las consecuencias...  debes saber también, que yo estoy aquí para lo que necesites, Lo sabes no es así. –

Hodgins se incorporó rápidamente y la miró a los ojos, sabía perfectamente que ella no mentía, que siempre contaría con su apoyo. 

— Y a todo esto, ¿De qué se trata ? – preguntó Cattleya,   — ¿Qué es todo eso que te tiene tan preocupado? —

Hodgins fue consciente de su error demasiado tarde, por primer ves en mucho tiempo se había dejado llevar por sus instintos y se sentía tan relajado que realmente no pensó en lo que decía, ni a quien se lo decía, él simplemente había hablado para sí mismo, pero soltar la lengua podría tener un precio bastante caro, así que en una táctica desesperada para evadir el tema se acomodó encima de Cattleya y la beso de nuevo, haciéndola olvidar todas sus preguntas, o por lo menos  eso es lo que él creía, la realidad era que Cattleya había cedido a sus caricias al darse cuenta de que no era conveniente presionarlo, además no pensaba arruinar su encuentro ya que él había tenido la iniciativa y la había buscado, eso se sentía maravilloso, así que dejó pasar el tema  — Por el momento —, se dijo —Sólo por el momento. –

Sentimientos entre líneasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora