-¿Adam?
-¿Clara?
-No es que me interese mucho la verdad, pero... ¿Qué haces luchando contra un demonio detrás de un puesto de frutas? ¡Solo por curiosidad! – digo confundida e irónica-.
-¡Es su culpa! Quería comerse a la dueña del lugar.- dice como niño pequeño señalando hacia el demonio.-
-No puede ser... eres muy malo para estas cosas, este es el lugar menos indicado para asesinar un demonio, puede ser que las personas de aquí sean algo tontas, pero tampoco exageres ¿Qué hubieras hecho si otra persona te encuentra?
-Tendría un gran problema, pero no fue así y es lo importante, pero, a decir verdad la que debería responderme una pregunta a mí, eres tú.
-Ni en juego, en primer lugar, no te conozco, solo te ayudé a quemar un cuerpo nada más, y en segundo lugar, tengo cosas más importantes de hacer que ver a un niño jugando al cazador. - digo de forma despectiva-.
-Opino que el que me hayas ayudado a quemar un cuerpo es un lazo bastante grande, no creo que vayas por ahí ocultando cuerpos con todo mundo solo por diversión –dice divertido-. Pero de verdad ¿Cómo sabias que la chica que asesiné era inocente?
-Pues supongo que si esa dichosa bruja es tan poderosa te daría más trabajo asesinarla ¿no crees? Además, ya había visto a esa chica antes y no es muy poderosa que digamos – digo tratando de parecer indiferente-.
Solo existen dos opciones, mentir o morir y no somos masoquistas. No tenía idea de quien era esa chica, pero estaba segura de que ella no era la bruja que buscaba.
-Lo siento – me mira con sinceridad-.
-No pasa nada, tampoco es que hablábamos o éramos amigas, solo la vi una que otra vez.
-Me sorprende lo fría que puedes ser a veces, pero bueno ¿Y qué haces en un puesto de frutas?
-No pues estoy comprando una televisión en un puesto de frutas- digo sarcástica- vine con una amiga.
-¡CLARA!-grita Carmen desde atrás.
-Tengo que irme, fue bueno verte otra vez, y por favor, deja de asesinar personas y ahora demonios- digo mientras me alejo de Adam-.
-¿Cuál es tú nombre completo? – grita Adam –.
-¡No recuerdo! Que pases lindo día – decía mientras corría hacia Carmen-.
-¿Que hacías detrás de la tienda?– pregunta Carmen confundida-.
-Nada, me cansé de estar en el auto y salí a mirar ¿nos vamos? – digo nerviosa-.
Mientras estábamos de camino a casa, no dejaba de pensar en todo lo ocurrido, cuestionaba mis propias respuestas ante sus preguntas, Adam quería saber mi nombre completo y creo que no creyó el "no me acuerdo", solo pienso que es bastante extraño que alguien no quiera decir su nombre, aunque podría decir que sufro de alzhéimer o algo parecido, pero esto se está convirtiendo en un problema y tendré que hablarlo con Carmen.
-Carmen... debo decirte algo y quizás no sea de tu agrado.
-¿Qué sucede? – pregunta totalmente seria –.
Mientras le contaba, noté que se iba enojando más y más hasta el punto de sentir que me tiraría por la ventana.
Más tarde llegamos a un lugar que no conocía, extraño porque yo era la que vivía en la ciudad.
-¿Dónde estamos?- digo confundida-.
-Estamos en la escuela de magia – dice Carmen con una sonrisa-.
-¿Escuela de magia? Pero dijiste que daban magia para novatos.
-Y aún pienso lo mismo, pero vamos para que te enseñen a luchar contra un cazador- dice con seriedad-.
-¿Me enseñarán a luchar con cazadores? ¡Genial!- digo emocionada-.
Mientras entraba a la escuela de brujas veía como esta era gigante y amplia, más o menos como un castillo -literal- veía muchas personas que supongo era brujos por todas partes, era increíble, me sorprendió bastante, digamos que en estos temas suelo ser un poco ignorante. Carmen me condujo hacia la directora (serían amigas) y le dijo algo que no entendí, mantuvo la voz baja y no tengo oídos de lobo para escucharlo, pero no me fío, recuerden que Carmen también le dijo a un demonio que intentara asesinarme, así que ya nada me puede sorprender. Lo que sí entendí fue cuando dijo que me pusiera en la clase avanzada, la directora no estaba muy segura de ello, pero aceptó.
Nos dirigíamos a la primera clase, y Carmen se tenía que marchar, regresaría mañana por mí, tendría que dormir en este lugar y no estoy muy confiada.
Cuando llegué a mi primera clase avanzada vi a un montón de adolecente golpeándose – entrenando-.
-Luchar contra un demonio no es lo mismo que un humano- dijo una chica –.
-Ni siquiera somos humanos – dije irónicamente- los humanos no hacen magia.
Se suponía que tenía que luchar con alguien de esa sala, el profesor dijo que hiciéramos parejas y que ganaba el que hacía que su oponente se rindiera – sin magia- y a mí me tocó con un chico alto y musculoso que seguro podía derrumbarme a la primera, yo estaba considerando la posibilidad de rendirme desde ya, pero supongo que no es una opción. –pensé algo divertida-.
-Gran suerte la mía- digo sarcástica-.
-¡Eres nueva!- dice el chico sonriendo de forma seductora y podría jurar que cuando sonrió los dientes le brillaron-.
-Sí, pero recuerda que tienes que hacer que me rinda, no conquistarme. Pero puedes intentarlo, soy inmune a tus encantos. –digo fría e irónicamente-.
-¡Que fría!
-Ándale, golpéame... sería muy vergonzoso saber que tus músculos solo son de lujo.
-Bueno, tranquila, no te haré daño, no soy de los que les pega a niñas. –dice burlón-.
-No pedí tú comprensión, hablas más de lo que haces.
Bueno, qué les digo... cuando estaba peleando con el chico, le puse de apodo (músculos) el me derrumbaba y yo me levantaba y así seguimos por un buen rato, hasta que me tiró al piso y se puso encima de mi...
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Incompleta
FantasíaUna bruja huérfana desde los 8 años a huido toda su vida porque la han estado casando ,hasta que una noche se encuentra con un cazador muy joven que no sabía quién era ella , desde ese momento han estado pasando una serie de eventos desafortunados q...