The Snow Queen "Crystal Knight"

It is Done

Al igual que las personas, los dioses terminan por pudrirse y caer. incluso el Olimpo, que propesero por milenios, vive ahora en la corrupción, la ambición y la avaricia.

Colina del Mar, costas de Rodorio.

En el manzano que se alzaba junto al mar, dos figuras cubiertas de ropajes negros observaban desde la lejanía.

—Vamos, estamos aquí por el funeral de ellos no el nuestro —le dijo Hades—Estamos aquí por el libro, ademas todavía puedes hacer muchas cosas como desviar la atención de los dioses en nosostros, hay que conseguir otro culpable.

Entonces, de improviso, Antares rompió a reír encorbando su cuerpo. De nuevo se irguió, alto y orgulloso, y volvió la vista al templo principal de la diosa Athena viendo como dos bultos caian al vacío, seguidos por otro a los pocos segundos.

—Ese es el plan, no me llevare conmigo el libro aun, eso puede esperar.

— ¿ Sabías que esto pasaría cierto?

—Pensé que nada era peor que los dioses, pero cada vez que visito un pueblo me doy cuenta que el ojo de Ezequiel no se equivoca en escogerlos: espiritus malignos se pasean con rostros gentiles, imitando lo que una vez madre pensó que era maravilloso, pero ¿Cómo puede ser maravilloso algo parecido a ellos?

—La inútil de mi sobrina ni siquiera se imagina lo que va a pasar y cuando menos lo espere uno de sus propios caballeros le estará cortando el cuello.

—La tierra está en decadencia porque su principal columna esta corrompida y, vamos, siempre es la misma historia. La he visto morir y resucitar tantas veces, los dioses son como los cerdos.

—Oh por favor no me ofendas, hace mucho deje de esperar algo a cambio, ya me quitaron demasiado y lo único que quiero es recuperarlo.

—Lo sé, también ellos buscan algo, pero los indicados aún no saben que tienen la solución para sacar de raíz este mal. Cuando todo esto termine el destino de la tierra cambiara y esa nueva tierra por fin dejara de ser un sueño, lo que siempre quizó madre que fuera.

— ¿Qué es eso? Nunca vi una luz tan...—dijo Hades.

—No puede ser... es la primera estrella—Dijo sonriendo— siendo sincero no tenía muchas expectativas de aquel chico, pero parece que es la persona que esperaba —dijo mirando que la gran esfera de luz atravesaba el enorme cuerpo de la bestia y lo transformaba en un alado.

— ¿Es hora de irnos cierto?

—Nuestro trabajo aquí terminó, ellos se encargaran por mí; porque ellos saben que yo soy su verdadero aliado y que no pueden traicionarme.

El monte sobre el que estaban ahora descendía abruptamente ante ellos, los árboles que alguna vez existieron ahora solo eran un montón de cenizas. Allá́ abajo, a unas cuarenta yardas, todo era caos, gritos y lenguas de fuego devorando todo a su paso al igual que las bestias que ahora corrían por todo el santuario.

Siguiendo el rastro de luz con la mirada, vio como tomaba una forma humanoide que no necesitaba ver de cerca para saber quién era; ahí en el templo principal, brillando aún más que el mismo sol, imponente como solo un dios podría Manigoldo se presentó junto a miles de almas como el guardián de la vida. Con el puño en alto colmo todo a su alrededor de luz, el sol al horizonte atendió a su llamado para disipar la maldad.

El silencio reino en el santuario, Antares podía escuchar el silbido del aire en la hierba ante los cálidos rayos del sol, los olvidados habían caído y él lo sabía, su plan estaba marchando tal y como esperaba.