When The Darkness Comes

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Athenas- 10 años atras 

"Pero si te dejo ahora ....Siento que ya te habré perdido para cuando regrese."

Una gruesa lágrima surcó el rostro del moreno, su vida siempre sería una tragedia y una tortura, ¿qué les había hecho a los dioses para merecer tanto infortunio? 

"Tu nombre desde ahora es Milo de Escorpio"

Miró sus manos llenas de cayos y cortes, su piel estaba algo descuidada al igual que su cabello rubio que permanecía alborotado, seguía siendo en el fondo aquel niño temerario que vivió por 3 años solo en las calles.

"No te sientas mal por mí, quiero que sepas que en lo profundo de mi corazón me siento muy contento"  

—¿Qué es esto?— preguntó el pequeño Milo mirando un delicado dije de plata en forma de un cristal de nieve. Menelao sonrió ante la pregunta.

—Es de tus padres, un regalo de ellos. Ya sabes tus nuevos padres tampoco ya están, pero hubieran estado encantados contigo— el niño tomó el collar entre sus manos y lo miró fascinado.

—¿Te gusta?, es una reliquia— el pequeño sonrió, era el primer regalo que le daban en su vida.

—¿Quiénes eran?— preguntó aun mirando su nuevo regalo.

—Eran santos dorados, y como ahora eres su hijo debes de llevar con orgullo su legado, así que no hagas tonterías... si no los enojarías, más a uno que al otro, pero se enojaran— Milo hizo un puchero no le gustaba que lo regañaran, él era libre y Menelao lo sabía, por algo vio en él a Degel y Kardia.

—Seré fuerte como ellos— el mayor asintió dándole pequeñas palmadas en el hombro.

Templo de Escorpio Tiempo actual 

"Eres especial Milo no lo olvides, tú eres el principio y el fin"

Milo apretó con fuerza el dije que colgaba de su cuello. Cuando era pequeño jamás pensó en el peso de esas palabras, pero ahora era un adulto y lamentablemente Menelao ya no estaba para decirle el porqué de aquella frase.

—Athena permíteme cumplir mi misión— susurró posando su mano sobre su fría armadura justamente encima de su corazón.

—¿Pensativo?— el caballero se giró hacia dónde provenía la voz de su compañero de guardia, Mu de Aries, quien le miraba fijamente.

—Algo, ¿vienes por lo de hace un rato verdad?— cuestionó apoyándose relajadamente en un pilar.

—Sí, no sé si sea malo o bueno pero hay que informarle al patriarca— el rubio miró hacia las casas superiores y suspiró, no quería ver a Camus, si lo veía de seguro lo terminaría golpeando.

—Anda tú, yo me quedo— Mu sonrió de lado asintiendo mientras seguía su camino hacia los aposentos del patriarca.

Milo mió hacia el horizonte, la niebla espesa se acercaba cada vez más hacia el pueblo, de nuevo observó hacia la luna, mirando como esta brillaba con intensidad—. Traspasa las barreras del silencio y la oscuridad con tu luz y protégenos— habló colocando el dije en forma de cristal contra la luz de la luna, haciendo que este brillara con más intensidad. 

"Cuando te sientas perdido solo observa el cielo, dejaré mi amor oculto bajo el sol ,voy a estar aquí esperando con la esperanza de que el cielo te guie a casa,  rezando para  cuando llega la oscuridad,no temas Milo mi corazón ya no tiene miedo"

The Snow Queen "Crystal Knight"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora