¿Que es lo que te muestra el espejo?¿Que es lo que deseas ver? Quizás una historia jamas contada guardada recelosamente en sus ahora perdidos fragmentos, pero ahora cada fragmento de aquel espejo cuenta una historia nueva una que nos lleva a un fi...
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"Somos una misma gota de agua, una misma alma separada por el destino, tan opuestos pero iguales, luz y oscuridad hechos hombre, déjame volver a ser polvo de estrellas para volver a ti, déjame ser contigo de nuevo uno"
La eternidad se le será reconocida al puro e inocente, el de ojos celestes como el océano y nublados por el frio del invierno.
Texto del libro del Caos*
Caballeros los é reunido aquí para encomendarles una misión, es más delicada de lo que imaginaba por lo que enviaré a dos dorados, no les mentiré al comienzo se pensaba que solo eran desapariciones comunes, en esta época los jóvenes deciden abandonar su hogar sin mas sin embargo mas de veinte de ellos no es casualidad, menos la muerte de los caballeros de bronce y plata que é enviado a calmar los temores de aquel pueblo que ahora clama por ser salvados de aquella bestia que según los pobladores es la causante de tantas desapariciones.
–Su santidad ¿Que ciudad es presa de tanto terror infundido? –Dijo Saga aún inclinado frente al patriarca que lo miraba seriamente.
–Su nombre es Meteora* y solo está a seis horas de viaje de aquí, es un conjunto de peñascos los cuales fueron utilizados para construir monasterios, actualmente sus habitantes viven a las faldas de estas magnificas construcciones de las cuales ahora temen, según los informes enviados desde aquel lugar, la bestia habita en ellos y solo desciende a cazar–Levantándose de su lugar procedió a retirarse el casco dejando a la vista su dura expresión.–No aceptaré un fallo más y menos de su parte–Tanto Camus como Saga se miraron mutuamente levantándose de sus lugares ante la inminente cercanía del gran pontífice.
–Creo que estas siendo muy duro con ellos–Comentó Docko saliendo de su escondite de donde observaba todo.
–Esa no es la manera de hablarle a un superior Dohko de Libra–Contestó el pontífice ante la fija mirada que le regresaba su antiguo compañero.–Un líder debe saber dar ordenes e infringir respeto, no estas hablando con un igual.
–¿Eso también cuenta acaso con Mu? –Le respondió sin siquiera cambiar la expresión serena de su rostro, haciendo que el lemuriano se acercara a este dejando atrás la cercanía entre los otros dorados.
–No creas que por ser quien eres vas a poder tomar ventaja de aquello, eres un dorado a la orden de Athena al igual que ellos por lo tanto me debes respeto, no importa que pienses que tengas mas derechos que los demás por ser el mas longevo de todos, eso aquí no existe, tú eres igual a ellos por lo al igual que a ellos mereces ser castigado por tal insolencia–Dohko miró de reojo a sus compañeros que lo miraban de reojo ante la fúrica mirada de su santidad.
–Si fuera él no dirías lo mismo–Comentó sabiendo que estaba tocando de nuevo aquella vieja pero aun abierta herida.
–Deberás ir a Serifos* hasta nueva orden, no quiero que regreses hasta que vea que sea necesario, tu deber es proteger aquel pueblo, tenía planeado enviar a caballeros de plata pero haz demostrado tener tiempo para confabular contra tus superiores por lo que deberás deberás marcharte inmediatamente– Sin replicar el longevo caballero bajo la atenta mirada de sus compañeros de armas se arrodilló frente a su excelencia mirándole fijamente sin siquiera atreverse a bajar su rostro.
