Mientras la miro (Entre miradas I)

Piloto

Un fuerte sonido me levanta de golpe, apenas puedo reaccionar a lo que está pasando; trato de apagar mi alarma, toco el pequeño mueble que está al lado de mi cama varias veces con el fin de poder encontrar mi celular y apagar el sonido que sale de este, después de varios intentos logro apagarlo. Espero unos minutos a que todo mi cuerpo esté despierto y entonces es ahí cuando me levanto, voy directo al baño, me lavo la cara, me cepillo los dientes y vuelvo a mi cuarto para dar gracias a Dios por un día mas de vida, pero hoy no iba a ser un día más, hoy es el día más esperado, el día que más he imaginado en mi cabeza, no saben cuántas escenas he creado antes de dormir en mi mente de este día. Este es probablemente el día que he esperado desde que tengo quince años y tal vez te estés preguntando, pero ¿qué tiene de especial este día Daniel? Bueno... Hoy es mi primer día en la Universidad El Prestigio y es tal y como se llama, es una de las universidades más solicitadas anualmente, entré por una beca, así que ya tendrás idea de cuáles son mis notas, aunque considero que las notas no definen tu nivel de inteligencia, sí me considero inteligente, no solo por mis notas, a mi corta edad de dieciocho años he leído más de cincuenta libros, de toda categoría en realidad, soy muy abierto a eso. No me gusta la música que probablemente a ti te guste, prefiero canciones lentas y suaves, pero con un gran mensaje, música que te ayude a dormir, y para estudiar me gusta la música clásica, ¿a quién no? Por eso me aprendo más rápido las cosas. Aunque también creo que me ayudó bastante el ser el jugador estrella de fútbol americano en mi antiguo colegio, fui el capitán tres años seguidos y tuvimos más partidos ganados que perdidos, no quiero alardear, pero soy muy bueno en lo que hago.

Me dirijo al baño de nuevo, pero es para tomar una ducha y bajar a desayunar en donde me espera mi hermosa madre con el desayuno listo.

Le acaban de diagnosticar cáncer de mama, ayer en la noche la vi llorando en su habitación así que entré y sin preguntar nada le di un fuerte abrazo, un abrazo de esos que dicen "no te preocupes, pase lo que pase siempre estaré aquí para ti", nos quedamos así como por una hora, o al menos eso sentí, y aunque hoy lo trata de ocultar con una gran sonrisa y un fuerte beso en la frente, sé perfectamente lo que está pensando, pero no la culpo, trata de darme sus mejores energías para hoy y en serio lo aprecio. Termino de desayunar y me dirijo a la universidad, me voy en el carro que papá me compró, no es la gran cosa, pero la verdad no me importa, después de que sirva para llevarme de un lugar a otro creo que estamos bien. La universidad no queda tan lejos de casa, a veinte minutos en carro en realidad.

Al llegar a la universidad me recibe una chica muy linda: rubia, ojos verdes, un poco alta, casi de mi estatura, y yo mido 1.87 m, con una camisa de color celeste que tenía algo escrito.

–Eres nuevo ¿verdad? –me pregunta.

–Sí.

–Ok, mi nombre es Mónica –me estira su mano y yo la tomo.

–Daniel.

–Supongo que te meterás al equipo de futbol americano –me lo dice con una pequeña sonrisa.

–Sí –no pude evitar devolverle la sonrisa.

–Llena este formulario y luego te daré tu horario de clases y el horario de pruebas para el equipo –me giña el ojo.

–Gracias –tomo el formulario.

Busqué la banca más cercana y me senté a llenarlo, al terminar fui de nuevo donde la chica y se lo di.

–Bien... –dice ella mientras lee rápidamente mi formulario –excelente, ten –me dio el horario de clases y el de las pruebas.

–Muchas gracias –le sonreí.

Me volteo hacia la universidad y no dejo de parpadear, en serio estoy aquí, en serio había logrado lo que quería, todo parecía un sueño, me pellizqué para comprobarlo, no, era la realidad. Presentía que iba a ser un buen año.