-Capítulo 2-

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Al despertar esta mañana vi que mis padres no estaban, en el refrigerador había una nota de mamá que decía:

Buenos días hija, tu padre y yo tuvimos que hacer un viaje de emergencia por el trabajo, estaremos en casa dentro de unas dos semanas. Cuando leas esto seguramente tu padre y yo ya hemos llegado a nuestro destino. Besos, te quiero. Mamá.

No era una sorpresa que mamá y papá viajen a último minuto y sin avisar, ya me ha pasado unas cuantas veces así que ya estoy acostumbrada. Desayuné, tomé mis cosas y salí de la casa para ir al colegio, algunas veces mis padres me llevan o voy en transporte escolar, pero me gusta caminar porque puedo ver el paisaje, respirar aire puro y ejercitarme un poco. Llegué al colegio y allí estaban Mateo y Agnes, esperándome para ir juntos al salón, pero antes de llegar un auto pasa a toda velocidad en mi frente.

- ¡Oye que te pasa! ¿Estás loco? -decía mientras me acercaba al auto para ver quién era la persona que casi me atropella. Cuando la puerta del auto se abrió miré a la persona y me di cuenta de quien se trataba.

- Era de esperarse que fueras tú, además de no tener modales ahora quieres atropellarme.

- Ya quisiera enana, pero no quiero que mi maravilloso auto tenga una abolladura. -entiendo que me diga enana ya que el mide como 1.90 mientras que yo solo tengo 1.70. -Ahora con permiso que tengo cosas que hacer.

- Valentín, no sabes con quien te estas metiendo. -me dije a mi misma.

- ¿Acaso estás hablando sola? -volteé y era Sergio con su sonrisa de inocencia. -Te pido perdón por mi hermano, él es así, no hay manera de cambiarlo.

- Ya me he dado cuenta. -reí. En ese momento llegan Mateo y Agnes para ver si estoy bien.

- ¡Dios santo Afra! ¿Estás bien? -preguntaron ambos al mismo tiempo.

- Tranquilos estoy bien, pero Valentín no sabe con quién se está metiendo, más le vale tener cuidado.

- Ya te tengo miedo Afra, a mí no me harías nada ¿Verdad? -preguntó Sergio.

- Tú no tienes la culpa, además, tu si eres amable conmigo. ¿Quieres ir con nosotros al salón?

- Claro, vamos. Primero las damas. -señalo hacia la puerta del instituto sonriéndome.

Todos juntos fuimos al salón, Durante toda la clase no logre concentrarme porque Sergio hacia unas caras muy graciosas, él es muy simpático, al contrario de su hermano que con solo pensar en él ya me enojo, pero en un momento sentí que alguien me estaba observando; creí que era Sergio, pero estaba prestando atención a la clase, entonces ¿Quién me estaba observando? La curiosidad me ganó y para no ser tan obvia dejé caer mi lápiz al suelo para luego agacharme y agarrarlo, disimuladamente mire a los lados, pero nadie me observaba, aproveche que mi cabello me tapaba la cara para mirar hacia atrás y lo vi; Valentín me estaba mirando fijamente, seguramente pensaba que más hacer para molestarme, pero no le di importancia y seguí prestando atención a la clase. Sonó la campana del recreo y fui a sentarme en una banca con Mateo y Agnes.

- Por fin un poco de paz y tranquilidad, me estaba aburriendo en la clase, pero una cierta personita ni siquiera presto atención a la clase. -me miró con una sonrisita maliciosa solo para molestarme.

- Claro que preste atención, porque dices eso.

- Vamos Afra, hasta Agnes lo vio. Sergio y tu forman una linda pareja, ¿Están saliendo? ¿Se te ha declarado?

- Ni uno, ni otro. Solo somos amigos y me estaba haciendo reír.

- Si tú lo dices. -dijo Mateo.

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