Ya han pasado algunos días desde aquel día que Valentín y yo charlamos, ahora ya no nos peleamos tanto, cada vez que puede viene en casa para visitarme y charlar más, pero he notado que él y Sergio se están peleando mucho últimamente; cada vez que pregunto me inventan alguna historia, de seguro es ese problema de que sus padres lo regañan siempre, pero prefiero no meterme en sus problemas, mientras no se trate de mi todo estará bien.
- ¿Afra te parece si hoy nos reunimos en la casa del árbol? Hay algo que quiero decirles.
- Claro Agnes, cuando terminen las clases iremos juntos, hablando de eso ¿has visto a Mateo? no me ha escrito esta mañana.
- De seguro su alarma no sonó y está corriendo como loco para llegar. -de la nada Mateo aparece a nuestro lado.
- Buenos días chicas, no adivinaran lo que me pasó.
- Te quedaste dormido y tu alarma no sonó. -dijimos Agnes y yo al mismo tiempo.
- ¿Cómo saben eso? Ustedes me espían, han puesto cámaras en mi casa.
- ¡Dios santo nos ha descubierto Agnes, ha descubierto que somos agentes secretos! -dije mientras abrazaba a Agnes y nos reíamos todos.
- Pero bueno, hoy al terminar las clases nos reuniremos en la casa del árbol porque Agnes nos quiere decir algo.
- Esta bien, pero vámonos al salón porque la profesora nos matará si llegamos tarde. -cuando estaba por ir al salón veo a lo lejos a Valentín.
- Chicos vayan ustedes yo ya los alcanzo. -me dirigí en donde estaba Valentín- ¡Buenos días, que tal estas!
- Estaba bien hasta que te me acercaste, me puedes dejar tranquilo. -dijo fríamente.
- ¿Te encuentras bien? ¿Tus padres te regañaron de nuevo? Sabes que puedes-Valentín me interrumpió.
- ¿Contar contigo? Por favor Afra, como si fuera que eres alguien importante para mí como para confiar en ti.
- ¡Pero ¡qué es lo que te pasa! Primero eres bueno conmigo y ahora quieres que me aleje como si nada, disculpa, pero tengo sentimientos sabes.
- ¿Y tú crees que a mí me importas? No me hagas reír, tú no eres nadie, solo eres una ilusa que cree que solo por hablar educadamente y ser bueno ya son tus amigos y confían en ti. El que confíe en ti comete el error más grande del mundo, ya veo porque tus padres no te prestan atención y solo trabajan. -al oír eso se me rompió el corazón en mil pedazos, me sentí tan dolida que no podía decir nada.
- ¿Y tú sabes cuál fue el error más grande del mundo? Haber confiado en ti y creer que me querías, que era alguien importante para ti, hasta el punto de estar todas las noches preguntándome si te encuentras bien, si estas feliz o triste, y lo peor de todo es que me gustabas.
- ¿Acaso te gusto? Jamás imaginé que...-interrumpí.
- ¡Que! Que una chica como yo se guste de ti, lo que más duele es que a pesar todo lo que hacía para verte feliz no sirvió de nada, y ya no te preocupes por el hecho de que me gustas, si alguien te pregunta solo haz como que no existo porque lo mismo hare.
Di media vuelta y fue lo más rápido que pude al salón, durante toda la clase no preste atención y me aguante las inmensas ganas que tenía de llorar, sería totalmente obvio y estúpido si lloraba en el salón. Las horas pasaban muy lento y ya quería desaparecer de ese lugar, justo cuando la maestra me hizo una pregunte la campana sonó, estaba juntando mis cosas cuando alguien se me acerca.
- ¿Afra te encuentras bien? Estas muy callada y muy seria.
- No te preocupes Sergio estoy bien, solo estoy un poco cansada, la clase de hoy estuvo muy aburrida hasta el punto de cansarme. -sonreí para disfrazar mi tristeza.
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Afra
Short StoryAfra es una chica que tiene un pasado oscuro, ha pasado por muchas cosas a lo largo de su vida, pero tiene a su lado a sus grandes amigos, Agnes y Mateo, quienes están con ella en sus días malos y buenos; todo va normal hasta que llegan los gemelos...