Ultimamente la policía metropolitana de Konoha no tiene descanso, sobre todo la sección de robos a gran escala. Kyubi, un joven ladrón, mantiene a todos los museos y tiendas más importantes del país en vilo. Vestido con traje y máscara de cuero nunca nadie le vio la cara pero su pícara sonrisa es conocida por todos los policías, al igual que sus habilidades para robar. Todas las mujeres mueren por él y hasta tiene un propio club de fans que le proporciona información sobre objetos valiosos con tal de volver a verle. Hinata siempre odió a todo aquel que inflinje la ley y para ella el ladrón no es más que un vulgar ratero al que encarcelar. Paseando con su amiga Ino cuando derepente escuchan algo estallar. Hinata se acerca al lugar, pero lo único que encuentra es a un auténtico Dios rubio de la belleza, comiéndosela con la mirada. Nunca se había interesado tanto por un hombre, pero vastó una simplemirada para saber que aquel era de los que con un simple roce te hacía gozar de los más exóticos placeres.