Parecían días comunes y corrientes, la briza de viento soplando y moviendo las hojas de los árboles que pasando el otoño ya iban cayendo gráciles al frío suelo húmedo. Sin embargo, el mundo parecía despertar de un letargo de siglos en los que el amor parecía a punto de perecer; un lugar donde se rompían promesas y se creía que se podía controlar la naturaleza, que podían decidir qué hacer con la vida. Un lugar donde ya no reinaba el amor. 2min