Siento lágrimas correr por mis mejillas, pero me enfrento a él. -¿Qué es lo que quieres? Él sonríe como un demonio, mostrándome que lo que yo sospechaba era cierto. Él no era como yo pensaba. -Lo que quiero es volver a recuperar lo que es mío. Y lo haré cueste lo que cueste. Dicho esto, me tapa la boca con un trapo asqueroso y lo último que recuerdo es un grito a lo lejos llamándome.