Terminar la preparatoria, hacer el viaje de fin de curso y no volver a ver a Victoria Torres. Todas esas eran ideas que emocionaban a todos en el grupo 652; todos esos eran los motivos de sus sonrisas y celebraciones, que encontraron su final más pronto de lo esperado. Y es que Victoria Torres ha sido asesinada. Nunca fue ningún secreto que todos la detestaban, ni que todos tenían sus motivos, pero sí era un secreto que Martina González y sus amigos planeaban darle una lección durante el viaje. Y a Martina le aterra la imagen mental del cadáver; de la soga amarrada a su cuello, de cómo le faltan las extremidades y del charco de sangre debajo del árbol. Le aterra también el imaginar a sus amigos perdiendo el control de esa manera. Pero le aterra incluso más no saber cómo comprobar que ella no tiene la culpa.