Vera vuelve a San Sebastian tras pasar mas de 2 años en Londres para tratar de olvidar los fantasmas de su pasado, al llegar al mirador al cual solía ir para despejar su mente, no puede reprimir las lagrimas y comienza a llorar, pero se percata de que no es la única persona en aquel mirador, un chico se encuentra apoyado en la barandilla admirando la bonita estampa. Vera termina contándole sus problemas, el chico le ayuda a superarlos, sin embargo, tras esa noche no vuelven a saber el uno del otro ..pero años después el destino los vuelve a unir y ni ella es la niña dolida ni el es el chico adorable.