Todos elegimos a nuestras parejas, o mejor dicho, nuestro corazón elige... Pero este no fue el caso de Diana.Su padre se encuentra atrapado en deudas con el mafioso más temido de España, y la única manera de saldar esa deuda es que ella contraiga matrimonio con el hijo del mafioso conocido como "El príncipe de la mafia". En este caso, su corazón no toma la decisión; es el destino quien marca su camino. Diana se ve enfrentada a una encrucijada: seguir los dictados de su corazón o cumplir con el deber que le impone la situación. El amor, que debería ser un refugio, se convierte en una carga pesada cuando su futuro parece estar escrito por otros. La presión es ineludible, y el eco de las decisiones ajenas resuena en su interior.