"Andábamos sin buscarnos, pero sabiendo que andábamos para encontrarnos" ― Julio Cortázar, Rayuela Podría ser llamada la chica más masoquista del mundo y es que no era para menos cuando aún me mantenía esperando por aquel amor que simplemente jamás logró mirarme como yo deseaba que lo hiciera, haciendo más fácil hacerme a un lado mientras él se enfocaba en ser feliz con la chica a la cual amaba y que por desgracia no era yo. Debía ser como aquellas chicas que después de su primer fracaso amoroso deciden ser las peores, sin embargo no pude serlo y he terminado por mantener lo que siento en secreto. Quise pensar que lo había olvidado pero todo cambió cuando este decidió mudarse justo enfrente de la casa de mi abuelo. Haciendo que lo odiase y lo amase a la misma vez, no quise saber nada de él hasta aquel día en que el destino decidió que era tiempo de volver a reencontrarnos. Y sin dudar esta será una muy interesante historia por contar.