Capitulo 1

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Que podría decir? Otro día más, sentada en mi escritorio sin hacer nada. Que suerte tenía mi hermana que estaba trabajando fuera del país. Soy fotógrafa y periodista, y no he podido ascender en mi carrera haciendo lo que me gusta. En vez de eso, me encuentro transcribiendo unas historias que serán publicadas en la revista en una semana.

Él teléfono de mi escritorio sonó.

— Buenos días, habla con Katherine Davis.

— Katherine, ven un momento a la oficina. — esa era la voz de mi jefa.

— Voy enseguida, señora Masen. — dije colgando el teléfono y tocando la puerta de su oficina. Entre al escuchar un "adelante".

— Digame señora Masen. — le dije mientras entraba y cerraba la puerta detrás de mi.

— Por favor, sientate. — Me dijo.

Camine hacia su escritorio y me senté en la silla que estaba frente a la de ella, esperando a ver que me iba a decir.

— Bueno, Katherine. — dijo mirándome fijamente. — Tengo que informarte que el grupo que envíamos a Rumania a cubrir el reportaje sobre el príncipe heredero de la nación tuvo un accidente.

Mía ojos se abrieron de espantó. Mi hermana se encontraba en ese grupo.

— ¿Como? .— dije con voz entre cortada.

— Tranquila. — me dijo para calmarme. — Todos se encuentran perfectamente bien. De echó,  se están hospedando en las residencias alrededor del castillo Bran.

— Pero... ¿Qué fue lo que sucedió?

— Al parecer el auto donde viajaban tus compañeros tuvo un pequeño fallo y eso ocasionó el accidente. — me explicó. — Tienen heridas leves. Pero como entenderás, en esas condiciones no pueden trabajar. Por eso te llame. Necesitó que vayas a Rumania a terminar el artículo.

¿Qué?

¿Acaso escuche bien?

¿Ir a Rumania?

— ¿Yo? — dije sorprendida por el extraño giró de acontecimientos. — Pero, no lo entiendo. Hay gente más calificada que yo.

¡Katherine, callate!

Me gritó mi subconsciente.

Era mi oportunidad de hacer lo que me gustaba. Antes de retractarme, mi jefa se me adelanto.

— Creo que he sido un poco injusta contigo, Katherine. — me sonrió. — La verdad tu trabajo y desempeño en estos años que haz trabajado para la revista “Lux Global”.

— No se que decir. — dije mirándola con incertidumbre.

Jamás me había tomado en cuenta, hasta ahora.

— No hay nada que decir. — dijo sonriendome, mientras abría un cajon en su escritorio y sacaba un sobre.

—. Es el billete de avión que vas a usar para ir a Rumania. Una tarjeta de crédito y efectivo suficiente para que cubras los gasto del viaje. El avión sale mañana temprano.

— ¿Tan pronto? — dije sorprendida. No había organizado nada. — Lo que sucede señora Masen, es que tengo que organizar muchas cosas antes de viajar.

— Por eso te llame ahora. — dijo — Ve a casa y organiza lo necesario. Va a ser un largo viaje.

— Gracias por la oportunidad, señora Masen. —. Le dije sonriendo. Era mi oportunidad de destacar al fin. —. No la decepcionare, se lo aseguró.

Ella solo me sonrió.

— Confió en que harás un gran trabajo. — Me dijo acompañándome a la puerta. — Ahora ve.

El legado del príncipe oscuro Libro 1 (En Redacción)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora