HEMBRA ALFA

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Todo mundo conocía el poderío que poseía esa Alfa de élite, un poderío que ella misma construyó, sin bien Jade había nacido en una familia medianamente rica, sus padres estaban lejos de pertenecer a la élite Alfa, su pequeña empresa solamente era algo estable para ellos, apenas Jade asumió el cargo, la pequeña empresa de seguridad, pasó a ser un gigante corporativo de importancia en el país, pasó a ser de una Alfa dominante desconocida a la más respetada de la élite.

Sin embargo Jade empezó a asistir al festival rojo para comprar algunos y algunas omegas, empezó a circular el rumor de que la Alfa dominante estaba buscando un heredero, algo que Jade sabía que era cierto, necesitaba alguien a quién confiarle todo su imperio, pero para eso necesitaba entrenar a esa persona, pues a pesar de que Jade tenía muchas relaciones importantes, si algo era sabido de Jade, es que repudiaba a los de más bajos estatus que ella, solamente tenía relaciones con Alfas, entonces porqué no simplemente casarse con otro Alfa dominante, ¡Ni hablar! Jade era la que tenía que mandar, y no sería ella quien de a luz, no ella, era mucho para eso, y al ser un Alfa dominante su tasa de embarazo era demasiado baja, además del hecho que le toque un hijo igual a ella era más probable con otro omega que con un Alfa, ya que si bien no se menciona, la mujer que dio a luz a Jade era omega.

Jade en ese entonces se llevó dos omegas mujeres, para su mala suerte en aquella subasta no había ni un omega dominante, pero esas dos igual podían servirle, para Jade aquellas chicas eran meramente objetos para sus planes, las llevaron encadenadas a su mansión, apenas entraron Jade encargó a sus criados que las acomoden en el salón especial para ellas y las preparen, pues las chicas estaban con vestimentas de esclavos y sucias.

Los criados obedecieron y alistaron a ambas chicas, Anna y Raquel eran sus nombres de ambas omegas, Jade había creado un salón específicamente para sus amantes, los criados de la casa lo llamaban el Harem de la patrona, pero más que un Harem era un cárcel, pues a pesar de ser un gran salón este estaba completamente sellado, era una habitación grande con ventanas gigantescas cubierta de rejas, la cortinas que rodeaban la habitación eran rojas y había las camas espaciosas y cómodas en una esquina cubiertas con cortinas blancas, una mesa grande con sillones en el centro, y alguna que otra distracción en el resto del lugar, la omegas el único sitió externo que podían ir eran los baños de la habitación, todo lo demás era un claustro para ellas. Sin embargo ninguna de las dos le dio a Jade lo que buscaba y en determinado momento se aburrió, hasta ese día en el que subastador le dijo que tenían un Omega dominante para ella.