—Despierta —Escuchó una voz femenina, Alex se encontraba en proceso de abrir los ojos, ciertamente no había tenido una buena noche.
Era la quinta noche que no pudo dormir bien, justamente la noche en que Jade entraba a la habitación del Harem para pasar la noche con él y tener relaciones sexuales.
La alfa aún daba comentarios en medidas ofensivas en cuanto a sus habilidades en la cama como; "solo eso", "Te mueves como un tronco", "déjalo, eres malo", "Mejor me traigo a una puta creo que lo hará mejor y te dejo para el final". Aunque Alex prefería hacer caso omiso a esos comentarios el cansancio físico no se podía evitar.
Siempre que lo hacían Raquel siempre lo ayudaba en su recuperación, ciertamente lo bueno que Alex veía del lugar era ella, habían empezado a formar una bonita amistad.
—¿Vas a hacerte la prueba? —Preguntó Raquel.
—No por ahora... prefiero que pasen tres días o cinco para estar más seguro —respondió Alex.
—Bueno... en ese caso ayúdame con mi pequeño —sonrió la omega.
Sin decirse más palabras se dirigieron a la cuna, la omega cogió al niño en sus brazos y se dirigieron a una pequeña mesa cerca, era el sitio para cambiar el pañal, Alex ayudo a Raquel, ciertamente ambos se rieron de las expresiones del bebe al detectar su propio olor.
—Increíble que sienta asco de su propio olor —dijo Raquel.
—Lo sé, de quién lo habrá sacado
—Pues de mí no, yo hasta aguanto hasta el olor de mis pies a queso.
—Raquel porfa no digas más.... —se río el omega.
Ambos se quedaron callados al sentir que la puerta había sido abierta, bastante raro pues Jade nunca entraba al harem a esas horas, además de que si Jade pasaba una noche en el harem no regresaba más hasta la siguiente noche, por lo que debía ser algo importante o grave que la hiciese ir de nuevo. Al dirigir su mirada a la puerta sus expresiones cambiaron a una de total confusión, en la puerta no estaba la Alfa sino otra persona.
Raquel agarró fuertemente a su bebé en sus brazos y Alex se paró enfrente de estas para intentar cubrir a la omega y al bebé, el olor a feromonas los alertó inmediatamente, era un alfa el que había entrado a la habitación, ese hombre tenía el cabello rubio, era bastante alto que sentía que le sacaba una cabeza y media a Alex, sus ojos verdes oscuros casi tenían la misma mirada de cierta persona.
—¿Quién es usted? —De pronto habló Anna que hasta le momento se encontraba en el tocador, pero al ver la puerta siendo abierta se puso de pie.
—Qué quién soy —dijo el hombre que había entrado. —Se podría decir que también soy tu jefe.
—Marcus qué haces ahí —de pronto se escucho otra voz masculina.
—Ven Gus aquí hay algo interesante. —Respondió la persona llamada Marcus.
La otra persona rápidamente llegó, era otro hombre casi del mismo tamaño que el otro alfa, solo que este era moreno de piel y tenía el cabello oscuro, el hombre apenas entró se quedó perplejo ante tal vista.
—Pero qué tenemos aquí, vaya... vaya... —sonrió —Esa Jade sí que hace buenas compras.
—Lo sé —respondió el otro —mira no más esa belleza de allá —señalo a Anna
—Y los otros dos también... interesante, Jade se los tenía bien guardaditos.
Alex se puso nervioso las miradas que les daban aquellos alfas lo hacían sentir incomodo y sentía que tanto Anna como Raquel tenía la misma sensación, quería echarlos como fuera de aquella habitación, no quería que ocurriese cualquier desgracia que afectase a su amiga e incluso con Anna, que era con la que menos se llevaba, decidido a echarlos se escucho una voz fuerte atrás de ellos que los puso tensos en un instante.
—¡Qué hacen aquí!

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HEMBRA ALFA
De TodoJade Descripción Género: Alfa dominante Edad: 27 años Ocupación: Gerente y Accionista. Hobby: Juegos de Azar Extras: Una de las alfas más respetadas y con poder del país. Así es como describen a Jade, pero detrás de esa pantalla se encuentra una d...